Senadores de Estados Unidos presentaron el jueves un proyecto de ley para «resguardar» la Carta Democrática Interamericana, el documento regional de defensa de la institucionalidad aprobado por la OEA y vigente desde hace dos décadas.
La iniciativa es impulsada por el demócrata Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y copatrocinada por sus correligionarios Tim Kaine y Ben Cardin, así como por los republicanos Bill Cassidy y Roger Wicker.
En vísperas de la IX Cumbre de las Américas, programada del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, la legislación propone una serie de iniciativas para reforzar la cooperación de Estados Unidos con la Organización de Estados Americanos (OEA), que adoptó la Carta Democrática Interamericana en septiembre de 2001.
El objetivo: enfrentar las «amenazas a la gobernanza democrática» en la región, como la interferencia electoral, la desinformación, la criminalidad y la corrupción.
«De La Habana a Caracas, de Managua a San Salvador, este es el momento de reforzar la estrategia diplomática de Estados Unidos para ayudar a enfrentar los desafíos que amenazan las normas y principios de la Carta», dijo en un comunicado Menéndez, crítico de los gobiernos de Cuba, Venezuela, Nicaragua y El Salvador.
«Este proyecto de ley refuerza nuestro compromiso con la realización de elecciones libres y justas y el estado de derecho en las Américas», señaló de su lado Cassidy.
El texto, que identifica a China, Irán y Rusia como «actores malignos» para la democracia en la región, apoya la creación de un grupo de trabajo en la OEA sobre el impacto de la desinformación en la gobernanza democrática y los derechos humanos en las Américas.
También prevé establecer un relator especial para anticorrupción en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un órgano asesor de la OEA.
La semana pasada, el jefe de la diplomacia estadounidense para las Américas, Brian Nichols, recordó que, desde la aprobación de la Carta, el respeto a la democracia es «condición» para participar en las cumbres hemisféricas que se realizan cada cuatro años desde 1994. Los presidentes de México y otros países ya supeditaron su asistencia a Los Angeles a que ningún país sea excluido.
AFP.