Eloá Rodrigues luce resplandeciente con un vestido rojo enjoyado. La reina de belleza brasileña sabe lo afortunada que es: en el país más mortífero del mundo para las personas trans, se atreve a vivir sus sueños.
La esbelta joven de 29 años parte el domingo para representar a Brasil en Miss International Queen en Tailandia, el también llamado «Miss Universo Trans». Y se considera una «excepción» increíblemente afortunada, dado su lugar de origen.
Vive en la ciudad pobre y violenta de Sao Gonçalo, en un lado de la bahía de Rio de Janeiro, la segunda área metropolitana más grande de Brasil, el país que ha registrado el récord de asesinatos de personas trans en los últimos 14 años.
Vencedora en 2020 del principal concurso de belleza trans de Brasil, Rodrigues fue criada por su tía y su abuela.
Ha tenido la oportunidad de estudiar en la universidad, dedicarse al modelaje y la actuación, y ahora volará al famoso balneario de Pattaya, en el otro lado del mundo.
Pero aun así, para una mujer negra trans, como ella, es difícil soñar en Brasil, admite.
«Pasé por muchos procesos difíciles para llegar a donde estoy», dice a la AFP mientras se prepara el almuerzo en casa, cuyas paredes beige están decoradas con fotos familiares. En su habitación exhibe su colección de trofeos.
«Hubo momentos en que estuve cerca de rendirme, incluso estuve cerca de abandonar la vida misma», apunta.
Rodrigues se resiste a entrar en detalles sobre su infancia y su transición.
«Tuve que ser muy fuerte para enfrentar a mi familia y decir, ‘Miren, soy una mujer’, en momentos en que esa referencia ni existía aquí», cuenta sobre esa época.
«Pero encontré la fuerza para conseguir que me entendieran y respetaran, y que yo misma entendiera y respetara los procesos por los que tuvieron que pasar».
Su tía, Ivone, ha sido un gran sostén.
«Es importante apoyar su sueño», dice. «Ella ha dado todo para estar en el lugar que quiere estar».
Sin embargo, no todas las personas en la situación de Rodrigues han tenido ese respaldo.
«La gran mayoría de las personas trans se enfrentan a una realidad de escasas posibilidades, sueños y afectos», reflexiona Rodrigues.
– Estadísticas escalofriantes –
Las estadísticas de violencia contra las personas trans en Brasil son preocupantes.
El país de 213 millones de habitantes, que tiene una profunda cultura machista, ha liderado las estadísticas anuales de asesinatos contra ese grupo de población desde que la organización Transgender Europe empezó a realizar los conteos en 2008.
En Brasil el año pasado hubo 92 asesinatos y un total de 1.645 desde 2008, según el grupo.
El 80% de los trans asesinados en Brasil en 2018 eran negros, de acuerdo con la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra).
«El mayor miedo de la mayoría de trans y travesties que conozco es morir», sostiene Rodrigues. «Esa solía ser también mi realidad. Pero ya no. Por supuesto, no soy una privilegiada, porque todavía soy trans y negra, pero tengo la chance de perseguir mis sueños».
El camino ha sido todo menos fácil.
Rodrigues ha luchado para organizar su viaje a Tailandia, donde a partir del 25 de junio competirá contra otras 23 finalistas de todo el mundo en un concurso aplazado dos años por la pandemia del covid-19.
Encontrar patrocinadores ha sido una ardua batalla. La mayor parte de los viajes y el vestuario, con casi 30 «looks» diferentes, los financia ella misma, asegura Rodrigues, que estudia ciencias sociales en la Universidad Federal Fluminense.
«Muchas personas o marcas no quieren que su imagen se vincule con una persona como yo», afirma.
«Cuando gané el título nacional recibí mucho odio y racismo en las redes sociales».
Si vence el ‘Miss Universo Trans’, planea usar el premio de 450.000 bahts (13.000 dólares) para ayudar a su familia y cumplir uno de sus mayores sueños: ser madre.
«Quiero que las personas me vean y piensen, ‘Guau, ella lo logró, yo también puedo'»
AFP