Más de 200 personas que quedaron varadas en el aeropuerto de Ezeiza por el avión venezolano-iraní que debía llegar en la noche de este miércoles y al final nunca llegó por temor a ser retenido como la otra aeronave.
«Deberíamos haber salido ya. No nos dicen nada. No tengo un mango ni para volver a mi casa, porque pedí prestado para tomar el avión», relató Jess, una pasajera argentina que esperaba tomar el vuelo de Conviasa.
El avión del que habló Jess es el segundo que se puso bajo la lupa porque Venezuela se lo compró hace días a Irán. El régimen de Nicolás Maduro lo desvió este miércoles hacia Bolivia, por temor a que lo retuvieran en Argentina, como el carguero de Emtrasur.
Desde Bolivia se esperaba que la aerolínea local completara el tramo hacia Buenos Aires. Pero eso tampoco pasó. Y como consecuencia hay varados en dos países a la vez. Primero en Santa Cruz de la Sierra, en el aeropuerto internacional Viru Viru, donde se da la situación espejo a la de Ezeiza: pasajeros varados que salieron de Caracas y nunca llegaron a Buenos Aires.
Con la retención del avión carguero que fuera rechazado por Uruguay hace días, se desató el escándalo al revelarse cómo el Gobierno argentino, reaccionó tardíamente a las alertas sobre la situación de la aeronave que Venezuela le compró a Mahan-Air, la aerolínea iraní que Estados Unidos sancionó por considerarla un vehículo utilizado por organizaciones de terrorismo islámico.
Con información de El Clarín.