El vuelo 203 de Red Air procedente de Santo Domingo, República Dominicana, y con destino a Miami, será recordado toda la vida por los 126 pasajeros y la tripulación que se encontraban a bordo.
Un aparente problema en el tren de aterrizaje, que aún está por confirmarse en las investigaciones, hizo que el avión terminara envuelto en llamas y humo negro, que afortunadamente fueron extinguidas rápidamente por los bomberos.
No hubo víctimas mortales, pero sí tres personas con lesiones menores, y momentos de angustia, caos y desesperación, que concluyeron con el reencuentro con familiares.
Muchos de los pasajeros con los que pudo conversar Telemundo 51 repetían la misma frase: “estamos vivos de milagro”. Y es que el impacto de los momentos que vivieron aún se reflejaba horas después, cuando llegaron a la salida del aeropuerto.
Algunos lloraban, otros abrazaban a sus seres queridos y mostraban su agradecimiento por estar vivos.
Paolo Delgado, es uno de los venezolanos que venía en la aeronave y cuenta cómo salieron del avión en plena emergencia. “Nos bajaron a salvo por los toboganes, tardé como veinte minutos en salir del avión”.
“Empezamos a ver fuego, la gente se volvió como loca y empezamos a salir todos por la ventana”, dijo Inés Vachille, otra pasajera.
“Cada quien estaba tratando de resolver su vida”, agrega Graciela Silva.
Y en momentos de desesperación, hubo algunos a los que les tocó actuar con más claridad. A Rafael Medina, quien venía a Miami a visitar a sus padres desde Venezuela cuenta que hizo la popular parada para los venezolanos en República Dominicana, pero nunca imaginó que terminaría siendo el que abriera la puerta de emergencia mientras el avión se incendiaba en plena pista de aterrizaje.
“Después cuando (el avión) se enderezó empezó a sonar durísimo (…) mientras estaba en el avión salía fuego, cuando yo me paro todo mundo empieza a decir ‘abran, abran, abran’ y yo abro la puerta”, relata.
Habían “gritos, desesperación, lloro y llanto”, relata Medina, quien así permitió que la gente comenzara a salir del avión que se estaba incendiando, mientras rápidamente llegaban los bomberos.
La mayoría tuvo que correr dejando todo atrás, hasta sin zapatos y el caos dejó a tres personas lesionadas, aunque con heridas menores.
Violeta Torres fue una de ellas. “Estaba muy asustada, me caí, tuve que salir por el ala del avión (…) me caí saliendo del avión”, cuenta.
Y a Mayerli Rodriguez, que viajaba con sus hijos, también le pasó algo similar. “Agarré a mis hijos y traté de abrir la puerta de atrás (…) me tiré, me lastimé el brazo”.
Con información de Telemundo