Reportaje de La Voz de América
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y el canciller ruso, Sergei Lavrov, se reunieron este lunes en momentos en que sigue tenso el vínculo y sube el tono de la retórica por los roles encontrados de ambas potencias repecto a la severa crisis que vive Venezuela.
La agencia Reuters reportó declaraciones de Lavrov tras la reunión en Rovaniemi, Finalandia, en las que aseguró que una intervención militar en Venezuela sería catastrófica e injustificada.
Lavrov dijo a periodistas que su reunión había sido constructiva y que habían logrado un progreso decente en lo que respecta a discutir la estabilidad nuclear estratégica.
Un comunicado del Departamento de Estado informó antes las más recientes declaraciones de Pompeo, previas a la reunión en Rovaniemi, Finlandia, donde asisten a la Undécima Reunión Ministerial del Consejo Ártico titulada «Mirando al Norte: Afilando el Enfoque Ártico de Estados Unidos».
Respondiendo a periodistas, Pompeo dijo que el presidente en disputa Nicolás Maduro «tiene que ver que esto se está desmoronando».
«La situación en el terreno sigue empeorando para el pueblo venezolano. Esta semana, mientras Maduro logró mantener el control del ejército en algunos aspectos, hubo muchos militares que se fueron, un oficial de inteligencia superior se fue», dijo Pompeo.
Washington y Moscú se acusan mutuamente de injerencia en los asuntos internos de Venezuela.
Estados Unidos apoya firmemente al gobierno interino que lidera Juan Guaidó. Rusia cerró filas con Maduro desde que se reforzó la crisis en la nación sudamericana tras el segundo mandato asumido en enero pasado por el sucesor del fallecido Hugo Chávez.
La reunión de Pompeo y Lavrov llega después de otra entre el canciller ruso y el ministro de Maduro, Jorge Arreaza, a quien Estados Unidos no reconoce.