Un juez de Luisiana suspendió temporalmente este lunes leyes que prohíben el aborto en ese estado del sur de Estados Unidos, en una rápida contraofensiva legal tras la decisión el viernes de la Corte Suprema de revocar ese derecho a nivel federal.
Estudiantes de medicina y facultativos impugnaron en la justicia local tres leyes que prohíben el aborto en Luisiana, argumentando que son demasiado «vagas» al no especificar claramente las excepciones o las sanciones asociadas.
El juez Robin Giarrusso bloqueó por tanto esas leyes hasta la audiencia del 8 de julio.
«Los abortos pueden reanudarse en Luisiana», tuiteó de inmediato el Centro de Derechos Reproductivos, que representó a los demandantes.
«Cada día que una clínica está abierta puede marcar la diferencia en la vida de alguien», dijo su presidenta, Nancy Northup, en un comunicado.
No obstante, es posible que esta victoria dure poco, ya que el fiscal general de Luisiana, Jeff Landry, prometió «hacer todo lo que esté a su alcance para garantizar que las leyes que protegen a los niños por nacer entren en vigor».
La Corte Suprema anuló el viernes la sentencia «Roe v. Wade», que durante 50 años garantizó el derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo, dejando a los estados la decisión de prohibir o no el aborto.
Varios de los estados gobernados por conservadores se apresuraron de inmediato a ilegalizar el aborto en su territorio, apoyándose en leyes que permanecieron inactivas hasta el momento.
En tanto, estados demócratas como California o Nueva York, buscarán convertirse en «santuarios» para que las mujeres que deseen abortar puedan hacerlo con seguridad.
AFP