Investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos señalaron que la viruela del mono puede estar evolucionando a un ritmo anormalmente rápido, lo que la hace más infecciosa que las versiones anteriores del virus.
Sobre la rapidez con la que evoluciona el virus, los expertos descubrieron que el virus ha mutado a un ritmo de 6 a 12 veces más alto de lo esperado. Esto significa que el patógeno, que generalmente se cree que se propaga por el contacto físico, las superficies contaminadas o el contacto corporal muy cercano, podría transmitirse de manera atípica a los patrones normales de los virus tropicales, lo que explicaría la reciente actualización mundial de la viruela del simio.
Hasta el momento, se detectaron 201 casos en 25 estados de EEUU y Washington DC, con más de 3.500 casos detectados en todo el mundo en países donde el virus no es endémico.
La viruela del mono es un virus de ADN de doble cadena del mismo género que la viruela. Los científicos han sabido de su existencia en África desde la década de 1950. A pesar de su nombre, el virus se encuentra más comúnmente en roedores que en monos. Investigaciones anteriores han demostrado que existen dos variedades principales de viruela del mono: África occidental y la cuenca del Congo; la primera es mucho menos mortal y es el clado que ha infectado a varios miles de personas fuera de África. Investigaciones anteriores también han demostrado que los virus como el de la viruela del mono normalmente solo mutan una o dos veces en un año determinado.
Los investigadores, cuyos hallazgos están pendientes de publicación oficial en la revista Nature, recolectaron y estudiaron 15 muestras del virus de la viruela del mono para el estudio. Para ello reestructuraron la información genética del virus para encontrar la cantidad de cambios que había sufrido desde que esta cepa comenzó a circular.
Luego de someter las muestras a análisis genéticos para obtener más información sobre la rapidez con la que evoluciona el virus, descubrieron que el virus ha mutado a un ritmo de seis a 12 veces más alto de lo esperado.
Los investigadores sugieren que la repentina tasa acelerada de mutación en el virus puede ser una señal de que el virus ha desarrollado una nueva forma de infectar a las personas; actualmente, se cree que se mueve de persona a persona a través del contacto cercano con lesiones abiertas, a través de fluidos corporales o por gotitas en el aire.
Al estudiar las mutaciones, los investigadores encontraron signos que sugerían que algunas de las mutaciones pueden deberse a la exposición al sistema inmunitario humano, en particular enzimas de un tipo llamado APOBEC3, que matan los virus al provocar errores durante la copia del código genético.
Si algunos de los virus sobrevivieron a tal ataque y transmitieron sus genes, habrían dado a las generaciones futuras una ventaja contra el sistema inmunológico humano. Y eso podría explicar por qué el virus ha estado mutando más rápido de lo esperado. Los investigadores también señalan que el virus puede haber estado circulando en niveles bajos en comunidades humanas o propagándose entre animales en otros países. También señalan que la tasa acelerada de evolución podría ser una respuesta a la represión que se produjo durante el brote de viruela del mono en 2017.
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