Las autoridades iraníes anunciaron este lunes el cierre de los centros administrativos y las escuelas de las provincias de Teherán y Alborz ante el aumento de la contaminación provocado por una tormenta de arena.
La capital iraní, donde viven más de ocho millones de personas, amaneció el lunes bajo una espesa nube de partículas en suspensión.
«El comité de emergencias por contaminación del aire de la provincia de Teherán ordenó el cierre de todas las oficinas administrativas y de los centros educativos públicos por la propagación de polvo», explicó la agencia oficial de noticias Irna.
Más al oeste, las autoridades locales de Alborz también anunciaron el cierre de oficinas, bancos y centros de investigación y educativos por el «aumento de la concentración de partículas contaminantes atmosféricas y polvo», según la televisión estatal.
La organización meteorológica de Teherán explicó que estas tormentas durarán unos cinco días.
Las tormentas de arena y polvo, cada vez más frecuentes en la capital, proceden de «países vecinos al oeste de Irán», afirmó en abril la sociedad de control de la calidad del aire de Teherán.
El vecino Irak vive desde el lunes una nueva tormenta de este tipo. Desde mediados de abril hubo en este país casi una decena de estos fenómenos, que dejaron un muerto en mayo y cerca de 10.000 personas atendidas por problemas respiratorios.
AFP