Una situación «caótica», falta de mando y agentes «apáticos» son algunas de las conclusiones de una comisión parlamentaria de Texas que investigó la actuación de la policía y las autoridades locales en el tiroteo el 24 de mayo en la escuela en la localidad de Uvalde, que dejó 21 muertos.
De acuerdo con el informe, los agentes de fuerzas del orden que participaron en el operativo «no respetaron su formación» y «no pusieron la vida de las víctimas inocentes por encima de su propia seguridad».
Desde la llegada de los primeros agentes a la muerte del tirador pasaron 73 minutos, una demora «inaceptable» debido a «una falta de mando que podría haber contribuido a la pérdida de vidas», asegura el reporte.
Pese a que es «probable que la mayoría de las víctimas hayan perecido inmediatamente después de los primeros disparos», algunos murieron durante su traslado al hospital y es «posible» que esas víctimas hubieran podido sobrevivir de haber sido socorridos más rápidamente, agrega.
Steven McCraw, director de seguridad pública de Texas, ya había calificado de «fracaso absoluto» la respuesta de las autoridades a la masacre, concentrando sus críticas en el jefe de la policía del distrito escolar de Uvalde, Pete Arredondo, quien después fue suspendido.
«No asumió su responsabilidad de comandante» y cometió errores de análisis porque no disponía de toda la información, estimaron los parlamentarios en su informe.
Tampoco nadie propuso reemplazarlo o ayudarle: «la actitud de todos los agentes fue apática» y «la escena caótica sin que nadie estuviera claramente a cargo», añade.
Las críticas aumentaron tras la publicación de un video en el que se ve la llegada del tirador con un rifle de asalto, y luego la larga espera de los agentes en un corredor de la escuela.
AFP.