Las altas temperaturas batieron el martes récords históricos en el Reino Unido, que superó por primera vez los 40 centígrados en el marco de la ola de calor que azota a Europa occidental y provocó incendios forestales que arrasan la península ibérica.
En el aeropuerto de Heathrow, al oeste de Londres, se registraron 40,2ºC, informó la agencia meteorológica británica Met Office, hacia las 13h00 locales, señalando que es la primera vez que se supera ese umbral en el país.
El precedente récord en el Reino Unido era de 38,7ºC, registrados el 25 de julio de 2019 en Cambridge.
Esta es la segunda ola de calor que sufre Europa en apenas un mes. Su aumento es, según los científicos, una consecuencia directa de la crisis climática, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero incrementan su intensidad, duración y frecuencia.
El récord de temperatura es «un verdadero recordatorio de que el clima ha cambiado y seguirá cambiando», señaló Stephen Belcher, jefe de ciencia y tecnología de la Met Office. «Estos extremos serán cada vez más extremos», advirtió, asegurando que la única manera de estabilizar el calentamiento es lograr rápidamente la neutralidad de carbono.
Unos 30 km al este de Londres, un espectacular incendio arrasaba el martes por la tarde el pueblo de Wennington, donde un centenar de bomberos intentaba controlar las llamas que ya habían engullido grandes extensiones de vegetación y varios edificios y casas.
En España, donde la ola de calor extremo comenzó hace nueve días, los incendios forestales persistían, especialmente en la provincia de Zamora (noroeste), que ya sufrió un gran incendio hace un mes.
Según las autoridades regionales, casi 6.000 personas tuvieron que ser evacuadas.
El tráfico ferroviario permaneció suspendido entre Madrid y Galicia, región del noroeste conocida como una de las mayores reservas de lobos de Europa, donde casi 30.000 hectáreas de terreno ya habían ardido en un incendio anterior en junio.
Tras varios días en los que se superaron los 40ºC en gran parte del país, la agencia de meteorología española anunció una ligera tregua.
– Johnson, acusado de no tomarlo en serio –
Ya el lunes la temperatura había subido en el este de Inglaterra hasta 38,1°C, la tercera más alta en la historia del país, que ese día vivió su noche más calurosa, según la Met Office. En algunos lugares el mercurio no bajó de los 25ºC.
El gobierno de Boris Johnson fue acusado de no tomarse el fenómeno con seriedad después de que el primer ministro no acudiese el domingo a una reunión de emergencia sobre la ola del calor y asistiese en su lugar a una fiesta de despedida.
Los médicos condenaron también unos comentarios del vice primer ministro, Dominic Raab, que llamó a los británicos a «disfrutar del sol».
La ola de calor parecía desplazarse el martes hacia el norte de Europa, donde los Países Bajos debían registrar 39°C, acercándose a su récord nacional (40,7ºC en 2019).
Las temperaturas debían superar 41ºC en Alemania, batiendo el martes o el miércoles según los meteorólogos el récord de 41,2ºC registrado en julio de 2019 en el oeste del país.
En Francia, tras los numerosos récords de calor registrados la víspera, como los 42°C en Nantes (centro-oeste) o los 42,6°C en Biscarosse (suroeste), las temperaturas debían bajar ligeramente.
El país sigue enfrentando dos grandes incendios en la región de Burdeos, que ya arrasaron 19.000 hectáreas de bosque y provocaron la evacuación de 16.000 personas.
Más de 1.400 bomberos seguían luchando contra los incendios también en el centro y el norte de Portugal, pese al fuerte descenso de las temperaturas registrado de los últimos días.
Los dos incendios más preocupantes ocurrían en la región de Vila Real, en el extremo norte del país.
Uno de ellos provocó la evacuación de 300 personas el lunes por la noche. Una pareja de 70 años murió en la zona después de salirse de la carretera al intentar escapar de las llamas en su coche.
Cerca de la mitad del territorio de la Unión Europea se encuentra actualmente bajo riesgo de sequía debido a la prolongada falta de lluvias.
Esto hace que países como Francia, Rumanía, España, Portugal e Italia corran el riesgo de ver reducidos sus rendimientos agrícolas, advirtió la Comisión Europea.
AFP