Más de 200 camiones con alimentos salieron este miércoles desde el occidente de Panamá hacia la capital, sorteando bloqueos de rutas que continúan ante la falta de un acuerdo entre el gobierno y quienes protestan contra el alto costo de vida.
La caravana de camiones articulados salió desde Chiriquí, principal productora de alimentos frescos del país, ubicada 500 kilómetros al suroeste de Ciudad de Panamá, con cientos de toneladas de alimentos.
Los camiones van escoltados por la policía y por miembros del sindicato de la construcción Suntracs, una de las organizaciones que participa en el proceso de diálogo con el gobierno panameño.
El dirigente de Suntracs en Chiriquí, Jaime Caballero, informó que tras dialogar con productores y organizaciones que mantienen los cierres de rutas, «se ha logrado que transite una caravana humanitaria que debe trasladar la producción agropecuaria para la ciudad capital».
Panamá está agobiada por el desabastecimiento tras más de dos semanas de protestas contra el incremento de la inflación y la corrupción.
El cierre de carreteras, principalmente en la vía Panamericana, que conecta los dos extremos de la nación, ha impedido que los productos lleguen con regularidad al resto de provincias y a Ciudad de Panamá, provocando desabastecimiento de alimentos y combustible.
«Entendemos que nuestra lucha correcta y justa es contra el gobierno y el modelo neoliberal y no contra nuestro pueblo», agregó Caballero.
Sin embargo, la Policía informó que el convoy ha sufrido interrupciones desde su salida por los bloqueos.
– Consensuar agenda –
Según Alicia Jiménez, presidenta de la Federación de Cámaras de Comercio de Panamá, el balance de pérdidas por las manifestaciones «es de casi 500 millones de dólares» en unos diez días.
Los bloqueos de rutas continuaban este miércoles en varias partes del país e incluso en la capital.
El martes, en la ciudad de Santiago de Veraguas, 250 kilómetros al suroeste de Ciudad de Panamá, se desataron por varias horas enfrentamientos entre manifestantes y policías que trataban de liberar la carretera.
Los manifestantes instalaron barricadas y quemaron neumáticos. Este miércoles continuaban bloqueando el acceso.
Las organizaciones populares deben reunirse este miércoles para terminar de consensuar una agenda para discutir con el gobierno, con la mediación de la Iglesia católica.
«Si el gobierno pretende sentarse con nosotros tiene que parar la represión», advirtió el secretario general del Suntracs, Saúl Méndez.
La «brutal represión que se dio en Santiago puso en peligro de que este esfuerzo (de la caravana con alimentos) no se diera», aseguró Caballero.
AFP.