La justicia nicaragüense condenó este miércoles a 10 años de prisión al dirigente opositor Yubrank Suazo, detenido hace dos meses y reconocido como uno de los líderes de las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega en 2018, informó su movimiento político.
Según detalló en un comunicado la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), un tribunal de Managua le impuso una pena de cinco años a Suazo por «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional» y otros cinco años por «propagación de noticias falsas».
Suazo, de 31 años, es originario de la sureña ciudad de Masaya, donde en 2018 ocurrieron las manifestaciones antigubernamentales más fuertes.
Fue «procesado y condenado sin haber cometido ningún delito, ni tener vínculo alguno con estructuras criminales», consideró la ACJD, uno de los grupos opositores que surgieron a raíz de las pasadas manifestaciones.
Suazo estuvo detenido en 2018 y fue luego liberado en 2019 tras un indulto que el gobierno otorgó a cientos de opositores que participaron en las protestas, tras la mediación de la Iglesia católica.
En mayo pasado, fue detenido nuevamente y esta vez enviado a juicio. Días antes había dicho que la Policía impidió el acceso de feligreses a un templo católico en Masaya, cuyo párroco, Harvy Padilla, denunció hostigamiento policial.
En aquella ocasión, el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, aseguró que el gobierno pretendía «acallar la voz de la Iglesia» contra las injusticias.
Suazo es uno de los 190 opositores detenidos en Nicaragua, según el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, elaborado por organizaciones de derechos humanos.
Entre los detenidos -en la cárcel o bajo arresto domiciliario- hay siete exaspirantes a la presidencia que pretendieron competir en los comicios de noviembre de 2021, donde Ortega fue reelecto para un cuarto mandato consecutivo.
Ortega acusó a los opositores presos «de financiar o buscar los recursos y el apoyo de los yanquis» para desestabilizar al país en 2018. La represión a esas protestas dejó al menos 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El presidente, un exguerrillero de 76 años en el poder desde 2007, ha dicho que, pese a la amnistía de 2019, los opositores «siguieron conspirando y apostando a otra oleada de terrorismo» para «descalificar» las elecciones del año pasado.
Los juicios contra los opositores iniciaron en febrero pasado. Desde entonces, más de 40 de ellos han sido condenados a penas de hasta 13 años por conspiración, menoscabo a la integridad y otros delitos.
AFP.