La economía europea está demostrando una sorprendente resistencia frente a la subida de los precios de la energía y los alimentos, según datos oficiales publicados el viernes, pero Alemania se estancó, avivando los temores de una recesión.
El crecimiento en la eurozona euro superó las expectativas en el segundo trimestre, con una expansión de 0,7% con respecto al periodo precedente, según la agencia oficial de datos de la UE, Eurostat.
Los economistas esperaban una desaceleración tras el crecimiento de 0,5% registrado entre enero y marzo, pero la actividad se mantuvo fuerte gracias a sectores como el turismo, sobre todo en España y Francia.
El sector del turismo se recuperó tras el levantamiento de las restricciones ligadas a la pandemia, pese a que la guerra en Ucrania atiza un alza de los precios en los 19 países de la eurozona.
Con una progresión del 0,7% con relación al primer trimestre, o +4% con relación al segundo trimestre del año pasado, el Producto Interno Bruto (PIB) de la eurozona se comportó mejor que el de Estados Unidos en abril-junio.
En efecto, el PIB estadounidense se contrajo 0,9% en ritmo anualizado, tras un retroceso de 1,6% en el primer trimestre.
Dentro del bloque europeo, la situación es contrastada. España (1,1%), Italia (1%) y Francia (0,5%) crecieron, pero Alemania, la mayor economía europea, se estancó (0%).
Alemania, gran potencia industrial, siguió siendo la más afectada por la guerra en Ucrania, que se sumó a los problemas del país por las continuas restricciones de covid en China, un mercado crucial.
El estancamiento del crecimiento alemán en el segundo trimestre ha llevado a los analistas a predecir una recesión en ese país que se extendería a todo el continente.
Además, Rusia ha reducido drásticamente su suministro de gas a Alemania, lo que hace temer que los niveles de existencias sean muy bajos este invierno y obliguen a algún nivel de racionamiento que sería devastador para la economía.
– «Probable» recesión –
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido que Alemania es el país que más riesgo corre ante la guerra de Ucrania. Los economistas coinciden en que las perspectivas de Europa para los próximos meses son muy inciertas debido a la guerra.
«Los datos del PIB, mejores de lo esperado, no alteran el hecho de que la crisis energética, la inflación y el aumento de los tipos de interés probablemente empujen a la región a la recesión a finales de año», dijo Andrew Kenningham, economista de Capital Economics.
La inflación de la eurozona se vio impulsada a un nuevo récord por la guerra en Ucrania y las sanciones occidentales contra Moscú al 8,9% en julio, después de 8,6% en junio.
Este indicador alcanzó un nuevo récord desde noviembre.
Además de la subida de los precios de la energía (combustibles, gas, electricidad), los hogares europeos se enfrentan cada vez más a la subida de los precios de los alimentos.
Entre los componentes de la inflación, la energía siguió registrando el mayor aumento anual, aunque con una desaceleración del 39,7% (frente al 42% en junio).
Los precios de los alimentos (incluido el alcohol y el tabaco) aumentaron 9,8%, después de 8,9% en junio.
Los precios de los bienes industriales y de los servicios aumentaron en julio 4,5% y 3,7%, respectivamente, lo que supone un ligero aumento con respecto al mes anterior.
La inflación más baja se registró en Francia (6,8%) y Malta (6,5%) en julio.
Los países bálticos registraron las tasas más elevadas: 22,7% en Estonia, 21% en Letonia, 20,8% en Lituania.
AFP