Olaf Scholz comparecerá este viernes ante una comisión de investigación parlamentaria sobre el escándalo de los «Cum-Ex», un fraude fiscal de dividendos que ha salpicado al jefe de gobierno alemán.
El dirigente socialdemócrata será interrogado a partir de las 12H00 GMT por la comisión de investigación del Parlamento de Hamburgo sobre ese escándalo, revelado en 2017.
El montaje, llamado «Cum-Ex», consiste en comprar y vender acciones en torno al día del pago de dividendos, tan rápidamente que la administración fiscal no consigue identificar al verdadero propietario. Esto permite que los inversores extranjeros alivien sus impuestos.
Decenas de personas han sido inculpadas por este caso en Alemania, incluyendo banqueros, corredores de bolsa, abogados y asesores financieros. Una decena de países se han visto afectados por el escándalo.
– Correos electrónicos –
Entre los bancos incriminados figuraba el Warburg, de Hamburgo, que tendría que haberle pagado 47 millones de euros a esa ciudad portuaria alemana.
La alcaldía renunció en 2016 a reclamar esa suma, pero al final el banco tuvo que pagar decenas de millones de euros debido a la presión ejercida por el gobierno de Angela Merkel.
Los investigadores quieren averiguar ahora si dirigentes políticos -incluyendo a Scholz, que en aquel entonces era alcalde de Hamburgo- presionaron al fisco municipal cuando este había desistido de exigir el pago.
«No puedo decirles nada sobre ese tema», declaró el miércoles el portavoz del gobierno, Steffen Hebestreit, asegurando que el mandatario «responderá» a todas las preguntas de la comisión.
Al parecer, la decisión de renunciar al reembolso que debía el banco Warburg se habría tomado poco después de una conversación entre Scholz y Christian Olearius, otrora responsable del banco.
Scholz niega haber presionado a los responsables del fisco de la ciudad, de la que fue alcalde de 2011 a 2018.
Pero varias informaciones reveladas en los últimos días han puesto en entredicho las afirmaciones de quien sucediera a Merkel en la cancillería a finales de 2021.
Según varios medios, los investigadores echaron mano de varios correos electrónicos de alguien cercano a Scholz, que aportarían elementos «potencialmente probatorios» de «reflexiones sobre la eliminación de datos».
Un correo que «agobia» a Scholz, según el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Además, la policía encontró más de 200.000 euros en metálico en el domicilio de otro político del Partido Socialdemócrata (SPD), susceptible de haber jugado un papel en el reembolso del banco, lo que alimentó las sospechas de un posible acuerdo financiero secreto.
– Revelaciones «explosivas» –
Otros documentos incautados sugerirían que Scholz, al contrario de lo que ha asegurado hasta ahora, habría abordado el tema del reembolso directamente con Christian Olearius.
La oposición ha criticado duramente al dirigente de la primera potencia económica europea.
«Las últimas revelaciones llevan a suponer que Olaf Scholz y su entorno directo se esforzaron en dar únicamente informaciones limitadas sobre algunas reuniones o conversaciones telefónicas […] o en ocultarlas voluntariamente para proteger al actual canciller», denunció Matthias Hauer, miembro conservador de la comisión de Finanzas del Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán).
Según Hauer, esas revelaciones son «políticamente explosivas».
En cualquier caso, a Olaf Scholz no le han venido bien, y más teniendo en cuenta que en la actualidad es ya menos popular que algunos de sus ministros, menos de un año después de haber llegado a la cancillería.
AFP