Alec Baldwin temió que seguidores de Donald Trump lo atacaran después de que el expresidente de Estados Unidos afirmara que el actor «probablemente» disparó «a propósito» el arma que le quitó la vida a la directora de fotografía Halyna Hutchins durante el rodaje del filme Rust.
«Mucha gente siguió las instrucciones de Trump para ir al Capitolio (en enero de 2021) y actuar con violencia. Mataron a un agente, así que pensé: ¿Vendrán algunas de esas personas a matarme?», confesó Baldwin durante una entrevista con la CNN emitida este viernes.
Según el intérprete neoyorquino, la acusación de Trump el 8 de noviembre supuso «el único momento en el que no sabía qué podría pasar» con su integridad física.
«¡Estaba nervioso al mil por ciento!», aseguró.
El caso Rust se centra en el suceso ocurrido durante el rodaje de esta película el pasado 21 de octubre. La directora de fotografía Halyna Hutchins falleció tras el disparo de un arma que sostenía el actor Alec Baldwin.
En declaraciones al podcast del periodista Chris Cuomo el martes pasado, Baldwin arguyó que nunca apretó el gatillo del revólver, sino que el arma se disparó al golpear en repetidas coasiones el percutor trasero.
El actor comparó esta técnica con la utilizada en las producciones del oeste donde, según él, si se tira del martillo hacia atrás sin haberlo bloqueado previamente, se puede disparar una bala «sin que alguien tenga que apretar el gatillo».
Esta versión choca con el informe publicado por el FBI la semana pasada y en el que se concluyó que Baldwin sí apretó el gatillo. Según las investigaciones, el arma estaba «intacta y en estado funcional», por lo que no pudo dispararse sin accionarla.
De momento, los investigadores del condado de Santa Fe (Nuevo México, Estados Unidos) están esperando a que el FBI finalice el informe de balística y a que se examinen los registros telefónicos del celular del intérprete, antes de pasar el caso a los fiscales para que posiblemente presenten cargos.
De igual forma, tal como solicitó Baldwin, se está tratando de averiguar cómo una bala real se filtró en el set de rodaje escapando al control de Hannah Gutierrez-Reed, responsable del protocolo de seguridad durante la grabación.