Tras conocerse el pedido de condena de 12 años de prisión para Cristina Kirchner por ser la jefa de una asociación ilícita por corrupción para beneficiar a su socio comercial, Lázaro Báez, tanto simpatizantes kirchneristas como detractores de la vicepresidenta se encontraron en la puerta del edificio donde reside, en Uruguay al 1300, en Recoleta, en una escena que escaló en tensión.
El clima espeso del cruce fue en aumento entre estos dos bandos, hasta que, pasadas las 20 horas, hubo algunos incidentes menores en medio de un importante operativo de seguridad. En el medio de los forcejeos, un diputado bonaerense, el kirchnerista Adrián Grana, fue demorado, según se informó, porque habría agredido a un policía de la Ciudad. Por la noche ya había recuperado su libertad.
También se la vio a la diputada nacional Paula Penacca, de La Cámpora, hablar con la policía para calmar ánimos.
En el lugar se vio un cordón de la fuerza porteña y decenas de agentes de la Guardia Urbana, quienes separaban a los militantes kirchneristas de los opositores, llamados «energúmenos macristas» por la propia Cristina Kirchner, que caldeó el clima por Twitter.
Según se apreciaron en las imágenes, policías de infantería armaron un vallado sobre la calle Juncal y Uruguay.
La proporción de fervientes defensores de la vicepresidenta tomó ventaja sobre el grupo opositor, que había llegado primero y cuando fue superado en cantidad, también fue arreado por el cordón policial hacia la esquina para evitar mayores incidentes. Mientras unos gritaban el cántico del “Che Gorila, no te lo decimos más…», otros coreaban el apellido del fiscal que pidió la condena de Cristina Kirchner.
Según informó el Jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, al menos tres policías sufrieron heridas «en la pacífica manifestación de La Cámpora».
Luego de que se multiplicaran los forcejeos frente a su domicilio, la vicepresidenta salió a acusar por Twitter a la Policía de la Ciudad de “sumarse a la agresión contra mi persona” y responsabilizó a Horacio Rodríguez Larreta.
Lo único que le faltaba a Rodríguez Larreta para ser Macri: la policía de la ciudad reprimió con palos, gas pimienta y gases lacrimógenos a ciudadanos y ciudadanas que se acercaron a Juncal y Uruguay como muestra de apoyo frente a los insultos de un grupo de energúmenos macristas
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) August 22, 2022
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