La central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por tropas rusas y blanco de recientes bombardeos, quedó «totalmente» desconectada este jueves de la red eléctrica nacional, informó el operador de energía de Ucrania, que culpó de la situación a «los invasores».
«Los dos reactores en funcionamiento de la central fueron desconectados de la red. En consecuencia, las acciones del invasor acarrearon la desconexión total [de la central de Zaporiyia] de la red eléctrica, por primera vez en su historia», señaló el operador Energoatom en Telegram.
En las últimas semanas, Moscú y Kiev se acusaron mutuamente de bombardear esta central del sur del país, la mayor de Europa, que cuenta con seis reactores de una capacidad total de 6.000 megavatios.
Una situación «altamente volátil», que «subraya el peligro real de un desastre nuclear», advirtió el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Rusia ocupa la planta desde inicios de marzo, pocos días después de haber invadido Ucrania, en una guerra que ya ha dejado miles de muertos y millones de desplazados.
– Bombardeo de un tren –
El miércoles, el bombardeo ruso de un tren en la estación de Chaplino (centro) dejó 25 civiles muertos, según el último balance oficial ucraniano.
Rusia indicó por su lado haber atacado «un tren militar» que se dirigía hacia «zonas de combate» del este de Ucrania y haber matado «a más de 200 militares de la reserva de las Fuerzas Armadas ucranianas».
El ataque coincidió con el 31 aniversario de la independencia de Ucrania, una exrepública soviética.
«Vamos a hacer todo lo posible para que los agresores paguen por todo lo que han hecho. Vamos a sacarlos de nuestra tierra», declaró el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó este jueves un decreto que incrementará en un 10% el número de miembros de las Fuerzas Armadas.
El ejército ruso deberá tener a partir de enero dos millones de miembros, incluyendo 1,15 millones de soldados. En 2017, eran 1,9 millones, con 1,01 millones de combatientes.
– Incendios causaron la desconexión –
Los incendios en el área de la central térmica que abastece de electricidad a los reactores nucleares motivaron la desconexión de la última línea eléctrica que enganchaba con la red ucraniana.
«Las otras tres líneas fueron dañadas previamente en ataques terroristas» rusos, añadió Energoatom.
Las autoridades ucranianas creen que Moscú se apoderó de la planta nuclear para desviar energía hacia la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
El ministerio británico de Defensa indicó que, a juzgar por unas imágenes satelitales del pasado fin de semana, «Rusia mantiene una fuerte presencia militar en el complejo» de Zaporiyia.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, exhortó a Putin a que cese «el ataque armado contra Ucrania» y pidió la desmilitarización de la central de Zaporiyia.
– Bombas de racimo –
Desde la retirada de las fuerzas rusas en los alrededores de Kiev a finales de marzo, la mayoría de los combates se centran en el este, donde Moscú ha ido ganando terreno, y en el sur, donde las tropas ucranianas aseguran que lanzaron varias contraofensivas.
Rusia también bombardea otras regiones con misiles de largo alcance, aunque Kiev y las zonas próximas a la capital no suelen ser alcanzadas.
La red Coalición contra las Municiones en Racimo (CMC) denunció el jueves en su informe anual que Moscú utilizó de forma masiva bombas de racimo en Ucrania, causando cientos de víctimas civiles y dañando viviendas, escuelas y hospitales.
Ucrania reconoció el lunes la muerte de cerca de 9.000 soldados desde el inicio del conflicto, un balance que, según los observadores, podría ser en realidad muy superior.
Del lado ruso, unos 80.000 militares habrían muerto o resultado heridos desde el inicio de la invasión, estimó a principios de agosto un alto responsable del Departamento de Defensa estadounidense.
AFP