Seúl propuso un diálogo con Pyongyang para reanudar las reuniones de miles de familias separadas por la guerra de Corea, tras advertir que se acaba el tiempo para los más ancianos.
Millones de personas quedaron separadas por el conflicto ocurrido entre 1950 y 1953.
Las hostilidades terminaron con un armisticio en lugar de un tratado de paz, lo que dejó al Norte y el Sur técnicamente aún en guerra y con la península dividida por la impenetrable Zona Desmilitarizada (DMZ) y la prohibición de todo intercambio entre civiles.
«El gobierno surcoreano propone hoy sostener conversaciones con el Norte para discutir el tema de las familias separadas», indicó el ministro de la Unificación, Kwon Young-se.
«Abordaremos este diálogo con una mente abierta y tomaremos en cuenta las preferencias del Norte, incluyendo la fecha, sede, agenda y formato de las conversaciones de manera positiva», dijo.
El ministro advirtió que el tiempo se acaba para unas 40.000 personas en sus 80 o 90 años, con unas 400 muertes por mes.
La propuesta surge en un momento de deterioro en las relaciones entre el Norte y el Sur, luego de que Pyongyang acusó a Seúl por el brote de covid-19 en su territorio y amenazó con represalias.
Las dos partes han celebrado ocasionales encuentros sobre reuniones familiares en el pasado, según el clima político.
El último encuentro se realizó en 2018, en un período de acercamiento entre Seúl y Pyongyang cuando el entonces presidente Moon Jae-in facilitó las conversaciones entre el expresidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un.
Pero las negociaciones nucleares de Kim y Trump se rompieron en 2019 por desacuerdos sobre el alivio de las sanciones y lo que Corea del Norte estaba dispuesto a ceder a cambio.
Desde entonces, Pyongyang se ha distanciado de Seúl y realizó una cadena de pruebas armamentistas, incluyendo el disparo de un misil balístico intercontinental a pleno alcance por primera vez desde 2017.
AFP.