La venezolana Anaida Galindo podría convertirse en la primera dama de Canadá, por ser esposa del actual candidato a primer ministro de la nación norteamericana, Pierre Poilievre.
Poilievre y Galindo se conocieron y enamoraron en el Parlamento; en el año 2017 contrajeron nupcias.
La pareja se «fugó» al sur de Portugal, organizando una boda en un país que nunca habían visitado, con la ayuda de un planificador de este tipo de eventos y un fotógrafo, según lo reseñado por Primer Informe.
«Fue la mejor decisión que pudimos tomar», dijo la criolla en un artículo para la revista Pretty and Smart Co, revista femenina oline creada por la misma venezolana.
«Queríamos asegurarnos de que nuestro día especial fuera realmente solo para nosotros y nuestro compromiso mutuo», agregó.
Un discurso memorable
Anaida consolidó esa imagen el sábado por la noche en un animado discurso en el que presentó a su marido -y a ella misma- tras ganar la carrera por el liderazgo conservador.
Evocó sus raíces en Venezuela, su emigración a un nuevo país y su dura educación en Montreal, pintando un retrato del tipo de canadiense de a pie que Poilievre parece ver como su electorado natural.
«Mi padre pasó de llevar trajes de negocios y dirigir un banco a subirse a la parte trasera de una camioneta para recoger frutas y verduras, porque eso es lo que tenía que hacer para alimentar a su familia», dijo Anaida. «No hay mayor dignidad que mantener a tu propia familia».
Describió una infancia en la que los Galindos vivían «de cheque en cheque» y en la que llenar el coche de gasolina no era un lujo sino una necesidad para seguir trabajando, vinculando claramente su propia biografía con la plataforma centrada en la inflación de su marido.
En el discurso a los fieles del partido dijo que su familia había emigrado de Venezuela en 1996, cuando ella tenía ocho años, escapando de un país asolado por la agitación política y el caos económico. Poco después, Hugo Chávez llegó al poder y lanzó la «revolución bolivariana» de izquierdas.
Los Galindos vivían en el barrio obrero del este de Montreal, y su padre acabó montando su propio pequeño negocio, cuenta Anaida.
Trabajando en el Senado desde los 20 años
Apenas llevaba un año de carrera de comunicación en la Universidad de Ottawa y apenas tenía 20 años en 2008 cuando empezó a trabajar para miembros del Senado.
«Fue un bonito accidente», dijo en Pretty and Smart Co. «Nunca tuve la intención de trabajar en un entorno político. La política me encontró y me viene bien».
En 2013, el senador Claude Carignan, entonces líder del Gobierno en la Cámara Alta, contrató a la inmigrante trilingüe como su asesora de Asuntos Exteriores.
«Era inteligente, muy inteligente, política, tenía buena interrelación con la gente, inteligencia emocional», recordó Carignan el domingo. «A la gente le gustaba, era fácil trabajar con ella (…) Es una buena persona. No se puede detestar a Anaida».
La joven política se puso a trabajar para los diputados conservadores mientras el romance con Poilievre florecía, lo que finalmente desembocó en un matrimonio y dos hijos.
A pesar de sus diferentes orígenes, Anaida dijo en la convención del partido que ella y el conservador tienen valores similares.
Con información de Primer Informe y National Post