El presidente ruso, Vladimir Putin, movilizó a cientos de miles de reservistas con el fin de relanzar su ofensiva en Ucrania y volvió a amenazar con recurrir a las armas nucleares, algo que Estados Unidos «se toma en serio».
Esta movilización de reservistas generó manifestaciones improvisadas en al menos 38 ciudades rusas y la detención de al menos 1.332 personas. Se trata de las manifestaciones más importantes en Rusia desde las que siguieron al anuncio de la ofensiva de Moscú en Ucrania en febrero.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, desde la tribuna de la Asamblea General de Naciones Unidas, atacó directamente a Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, diciendo que «violó descaradamente» los principios de la ONU.
Biden también criticó a Putin por una velada amenaza de recurrir a las armas nucleares. El mandatario estadounidense advirtió que «una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe librar».
Putin dijo horas antes en un discurso a la nación que estaba listo para utilizar «todos los medios» de su arsenal frente a Occidente, al que acusó de querer «destruir» a Rusia. «No es un bluf», aseguró.
La movilización anunciada por Putin fue descrita en Europa como una «admisión de debilidad» de Moscú, cuyo ejército ha sufrido reveses militares frente a las fuerzas ucranianas.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) se reunirán de urgencia este miércoles en Nueva York sobre el tema de Ucrania. Se discutirán nuevas sanciones, según jefe de la diplomacia europea Josep Borrell.
Guardándose de anunciar una movilización general, temida por millones de rusos, Putin declaró una «parcial», medida juzgada «urgente y necesaria».
Según el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, en un primer momento serán llamados 300.000 reservistas.
– «No a la guerra » –
Una muestra de la preocupación entre los ciudadanos rusos es que los sitios en internet de compañías aéreas se saturaron después de la alocución de Putin y una petición en línea en contra de la movilización ya recogió 230.000 firmas.
Más de 1.300 personas fueron detenidas en las manifestaciones contra el llamado de reservistas de Putin, según OVD-Info, una organización especializada en el conteo de arrestos.
En Moscú, periodistas de AFP atestiguaron al menos 50 detenciones en una de las vías principales de la capital rusa. En San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia, un bus entero de personas detenidas era conducido por la Policía.
Los manifestantes gritaban: «¡No a la guerra!», «¡No a la movilización!».
«Todo el mundo tiene miedo. Yo estoy por la paz y no quiero tener que disparar. Pero es muy peligroso salir ahora, si no habría mucha más gente», explicó Vassili Fedorov, un manifestante en San Petersburgo.
Alina Skvortsova, de 20 años, espera que los rusos comiencen a «entender» la naturaleza de la ofensiva en Ucrania. «Cuando hayan entendido realmente, entonces van a salir a las calles, pese al miedo».
– Referendos «ilegítimos» –
En una entrevista a la cadena alemana Bild TV, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo por su parte no creer «que se vayan a utilizar esas armas. No creo que el mundo deje que eso ocurra», agregó.
El comandante en jefe del ejército de Ucrania, Valery Zalujny, de su lado prometió «destruir» a los rusos que lleguen a territorio ucraniano para combatir, incluidos los que serán movilizados después de la orden de Putin.
De su lado, China pareció tomar cierta distancia llamando al cese el fuego y al respeto territorial de los estados, una referencia al proyecto de anexión de Rusia de una parte de Ucrania.
Turquía por su parte condenó los referendos de anexión «ilegítimos» anunciados por Rusia, advirtiendo que estos «no serán reconocidos por la comunidad internacional».
Confrontado a las dificultades de su ofensiva en Ucrania, que pronto entra en su octavo mes, Putin trata de retomar la iniciativa.
– Transferencia de prisioneros –
Antes de anunciar la movilización parcial, el martes fueron anunciados «referendos» de anexión en las regiones controladas por Moscú en Ucrania, que se realizarían del 23 al 27 de septiembre.
La doctrina militar rusa prevé la posibilidad de recurrir a ataques nucleares si los territorios considerados como rusos por Moscú son atacados, lo que podría ser el caso de las zonas anexadas.
Los escrutinios tendrán lugar en las regiones de Donetsk y de Lugansk, que forman el Donbás (este) así como las zonas de Jersón y Zaporiyia, en el sur.
Por su parte Kiev y los Occidentales criticaron estas consultas, que han sido calificadas de «simulacros» sin valor jurídico.
Los referendos siguen el patrón establecido en 2014, cuando Rusia anexó la península de Crimea tras una consulta similar.
Por otro lado, diez prisioneros de guerra fueron transferidos desde Rusia a Arabia Saudita, en el marco de un intercambio entre Moscú y Ucrania. Se trata de cinco británicos, dos estadounidenses, un marroquí, un sueco y un croata.
Esta transferencia fue anunciada el miércoles por el ministerio saudita de Asuntos Exteriores.
En el terreno, la movilización rusa de reservas podría significar un reforzamiento de la violencia en el inicio del octavo mes de conflicto.
Ucrania acusó de nuevo a Rusia de bombardear las cercanías de la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa.
AFP.