Orlene se degradó rápidamente este lunes a depresión tropical tras tocar tierra como huracán categoría 1 en el noroeste de México, donde provoca intensas lluvias y mantiene la alerta ante posibles inundaciones y deslaves.
A las 21H00 GMT, Orlene se ubicaba 110 km al noreste de Mazatlán, en el estado de Sinaloa, con vientos máximos sostenidos de 55 km/hora, según el reporte del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés).
El meteoro se desplazaba a 15 km/h con dirección noreste, en un movimiento que continuará durante la noche hasta internarse sobre la región central de México.
Aunque el NHC espera que el fenómeno se disipe esta misma noche, las lluvias fuertes continuarán sobre los estados de Nayarit, Sinaloa y Durango.
«Estas cantidades de lluvia podrían provocar inundaciones repentinas, así como posibles derrumbes en zonas de terreno accidentado», advirtió el centro.
Orlene tocó tierra la mañana del lunes, con vientos de 140 km/h, a 5 km de la localidad de Escuinapa, al sur de Sinaloa, en la costa del Pacífico mexicano.
El meteoro alcanzó fuerza de huracán el sábado y ascendió rápidamente hasta categoría 4 de 5 en la escala Saffir-Simpson, un nivel «extremadamente peligroso», según autoridades meteorológicas.
Pero por la tarde del domingo comenzó a perder fuerza hasta llegar a categoría 1.
El gobierno de Sinaloa dijo en Twitter que habilitó 45 albergues ante la llegada del huracán, y en el vecino Nayarit se habilitaron 14 refugios temporales, dijo el domingo a la AFP el director de Protección Civil de esa demarcación, Pedro Núñez.
En el vecino estado de Jalisco se habilitaron tres albergues y las clases de primer nivel fueron suspendidas en 13 municipios.
México sufre cada año el embate de ciclones tropicales tanto en su costa del Pacífico como del Atlántico, habitualmente entre mayo y noviembre.
En octubre de 1997, el huracán Paulina impactó la costa del Pacífico mexicano como huracán de categoría 4 dejando más de 200 muertos.
AFP.