Al menos 17 migrantes murieron, casi todas mujeres, en dos naufragios ocurridos frente a las costas griegas, informó este jueves la guardia costera.
En el último naufragio, en el mar Egeo, la guardia costera encontró los cadáveres de 16 mujeres y de un joven, aparentemente de origen africano, al este de la isla de Lesbos, cerca de las costas turcas, detalló un portavoz de la guardia costera, Nikos Kokkalas, en la cadena de televisión pública ERT.
Diez mujeres fueron rescatadas, pero una docena de personas están desaparecidas, añadió, precisando que unas 40 personas se encontraban a bordo de la embarcación en el momento de la tragedia.
«Las mujeres estaban aterrorizadas», describió.
Unas horas antes, las autoridades habían informado de personas desaparecidas tras el naufragio de otra embarcación, un velero que transportaba a unas 95 personas, esta vez frente a la isla de Citera, al sur de la península del Peloponeso.
Impresionantes imágenes difundidas por los guardacostas mostraban náufragos al pie de un acantilado de esta isla, tratando de escapar de las grandes olas que venían a estrellarse contra la roca mientras los rescatistas, colocados en la oscuridad en lo alto del acantilado, los izaban uno a uno con maquinaria especializada.
Algunos de los migrantes pudieron llegar a tierra a nado, y un operativo combinado de buques, bomberos y policías en tierra logró encontrar a 80 personas originarias de Irán, Irak y Afganistán.
En la zona de Citera, las operaciones de rescate se vieron afectadas por las difíciles condiciones climáticas. Los guardacostas informaron de vientos de hasta 102 kilómetros por hora.
– Un flujo mayor de migrantes –
El tráfico de migrantes desde la vecina Turquía ha aumentado en el sur de Grecia, debido a que los contrabandistas tratan de eludir el aumento de los controles en el mar Egeo.
Grecia, Italia y España son las principales vías de entrada en la Unión Europea de miles de personas que huyen de África y Oriente Medio en busca de seguridad y mejores condiciones de vida.
La guardia costera griega dijo que rescató a 1.500 personas en los primeros ocho meses del año, por encima de los menos de 600 el año pasado.
Desde enero de 2022, 64 personas murieron intentando alcanzar Europa desde las costas de Turquía, frente a 111 en el conjunto del año 2021, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Grecia ha rechazado los reclamos persistentes de grupos de derechos humanos de que muchas personas han sido devueltas a Turquía sin darles la oportunidad de solicitar asilo.
El presidente Turco, Recep Tayyip Erdogan, que mantiene una fuerte rivalidad con Atenas, afirmó en septiembre que las «políticas opresivas» de Grecia contra los migrantes estaban convirtiendo el Egeo en un «cementerio».
Del lado de Grecia, su ministro de Migraciones, Notis Mitarakis, respondió esta semana que Turquía está «empujando violentamente a los migrantes hacia Grecia».
Según él, Turquía vulnera así «las leyes internacionales» y un acuerdo migratorio de 2016 entre la UE y Turquía, por el que el bloque concedió ayuda económica a Ankara para que limitara las partidas de migrantes desde su territorio. Turquía a su vez niega estas acusaciones.
AFP