Dos venezolanos y tres iraníes, miembros de la tripulación del avión de carga de Venezuela retenido en Argentina, llegaron a Venezuela este viernes luego que un juez autorizara su salida en un caso condenado por el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Con este grupo de cinco se completan 19 tripulantes del Boeing 747 de Emtrasur que llegó a Argentina el 6 de junio, procedente de México, con una tripulación venezolano-iraní y una carga de autopartes.
«Hemos logrado (…) la libertad de los 19 tripulantes que teníamos secuestrados por el poder judicial de la Argentina», dijo a la AFP Ramón Velásquez, ministro de Transporte y presidente de la aerolínea estatal Conviasa, sancionada por Estados Unidos.
Uno de los iraníes dentro de la tripulación es Gholamrez Ghasemi, acusado de pertenecer a la fuerza Al Quds, un grupo élite de la Guardia Revolucionaria Islámica dedicado a labores de inteligencia y considerado una organización terrorista por Estados Unidos.
A mediados de septiembre otro grupo de 14 tripulantes de Emtrasur, filial de Conviasa, regresó a Venezuela.
«Los 14 primeros venezolanos que llegaron fueron sobreseídos completamente de la causa y estos cinco compatriotas que están llegando (…) no pudieron demostrar nada de lo que se le acusaba», añadió Velásquez desde el aeropuerto internacional de Maiquetía donde fueron recibidos por familiares y funcionarios venezolanos e iraníes.
Sin poder abastecerse de gasolina en Buenos Aires debido a las sanciones estadounidenses, el avión partió hacia Uruguay el 8 de junio, pero las autoridades uruguayas le negaron el ingreso y debió regresar al aeropuerto argentino de Ezeiza.
La justicia argentina inició entonces una averiguación y les prohibió salir del país.
El avión fue comprado hace un año a la aerolínea iraní Mahan Air.
«Es una aeronave completamente legal», remarcó Velásquez, al asegurar que «más temprano que tarde» estará de regreso a Venezuela.
A mediados de agosto, un juez admitió un pedido de Estados Unidos para incautar el Boeing 747, en atención a una orden de una corte de distrito de Columbia, según la cual «se violaron las leyes de control de exportación» estadounidenses cuando el aparato fue vendido.
Recibido por su esposa, Mario Árraga, uno de los tripulantes de Emtrasur, celebró estar de regreso en Venezuela. «Se detuvo el sufrimiento de nuestra familia», y se logró traer a los instructores iraníes que «fueron los más vilipendiados y difamados en este asunto», dijo.
«Aún quedan muchas cosas por hacer, nuestra aeronave está allá. Aún se encuentra retenida en Argentina, esta lucha aún no termina», afirmó.
AFP