El flamante primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, y ministro de Economía, Jeremy Hunt, anunciaron que el plan para reparar las finanzas públicas del país, previsto inicialmente para el 31 de octubre, se ha retrasado hasta el 17 de noviembre.
La declaración contendrá el plan fiscal a medio plazo del Reino Unido “para poner el gasto público en una base sostenible, conseguir la reducción de la deuda y restaurar la estabilidad”, según comunicó el Departamento del Tesoro en su cuenta de Twitter.
Sunak, que sustituyó a Liz Truss después de que su breve etapa como primera ministra se sumiera en el caos, reunió a su gabinete por primera vez este miércoles, un día después de tomar el poder con la promesa de arreglar los errores de su predecesora y estabilizar la economía.
Se espera que el plan defina cómo va a cubrir el Gobierno un déficit presupuestario de hasta 40.000 millones de libras (45.880 millones de dólares).
“Lo que queremos hacer es asegurarnos de que lo hacemos bien. Si eso significa un breve retraso, para asegurarnos de que lo hacemos bien, creo que no es necesariamente algo malo en absoluto”, había dicho el ministro de Asuntos Exteriores británico, James Cleverly.
Los inversores no parecieron inmutarse por el posible retraso. La libra esterlina subía casi un 1% frente al dólar, ampliando su reciente recuperación, y los precios de la deuda pública británica apenas variaban.
La credibilidad financiera de Reino Unido se resintió el mes pasado cuando Truss anunció un programa de recortes fiscales sin financiación, lo que desencadenó una caída del mercado de bonos tan grave que el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir y Truss se vio obligada a dar marcha atrás.