Seguidores bolsonaristas se manifestaban por tercer día consecutivo este miércoles en Brasil, aunque el número de bloqueos en las carreteras disminuyó tras el anuncio de que el presidente Jair Bolsonaro autorizó la transición a un nuevo gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Varios miles de brasileños se concentraron ante el comando militar del sudeste, en la ciudad de Sao Paulo, constató la AFP. Al grito de «Yo autorizo» e «¡Intervención federal ya!» pedían la actuación de las fuerzas armadas contra la derrota de su líder en el balotaje frente al izquierdista Lula.
«Queremos una intervención federal porque exigimos nuestra libertad. No admitimos que un ladrón nos gobierne», dijo a la AFP Ângela Cosac, 70 años, junto a un cartel que leía «SOS Fuerzas Armadas».
Otra manifestación de bolsonaristas estaba prevista durante la jornada en la emblemática Avenida Paulista de Sao Paulo.
En el país, la policía federal de carreteras (PRF) reportó 167 bloqueos que afectaban a 17 estados de Brasil, en un balance publicado la mañana del miércoles. El martes ese número ascendía a 271.
El ministro de Infraestructura, Marcelo Sampaio pidió el martes por la noche a los manifestantes que liberen las carreteras para «evitar perjuicios al país» y «garantizar la circulación de medicamentos, insumos, bienes y combustibles».
El número de cortes cayó tras el primer pronunciamiento de Bolsonaro el martes, en el que prometió «cumplir la Constitución».
Bolsonaro mantuvo al país en vilo durante dos días al guardar silencio tras perder en el balotaje (49,1% de los votos frente a 50,9% para Lula). Sus críticos le acusan de haber estimulado así la proliferación de actos de protesta.
El mandatario ultraderechista, que el martes autorizó la transición sin conceder la derrota ante Lula, dio un mensaje ambiguo en relación con los bloqueos.
Pidió que las manifestaciones sean pacíficas y aseguró que sus seguidores «no pueden aplicar los mismos métodos que los de la izquierda» perjudicando «el derecho de ir y venir», pero las justificó al señalar que se originan en un sentimiento de «injusticia» por el proceso electoral.
En las redes, grupos bolsonaristas interpretaron el mensaje de Bolsonaro como un impulso a mantener las movilizaciones.
«El sueño sigue vivo», decía un mensaje el martes en Telegram, retomando las palabras del mandatario la víspera. «Llenen las calles mañana».
En Sao Paulo, decenas de manifestantes y camiones permitían el paso por solo uno de los tres carriles en ambos sentidos de la principal carretera que conecta ese estado con la región centro-oeste del país.
Los camiones bocinaban, mientras sobre el asfalto los manifestantes, que vestían camisetas amarillas de la selección de fútbol, agitaban banderas frente a los vehículos que pasaban, según imágenes de la televisión local.
La PRF informó además que dispersó hasta el miércoles 563 manifestaciones.
Los bloqueos han provocado trastornos, inclusive en el acceso al principal aeropuerto del país en Sao Paulo (sudeste), Guarulhos, que debió cancelar vuelos.
La Confederación Nacional de la Industria advirtió el martes de un «inminente riesgo de desabastecimiento y falta de combustibles», en caso de que las carreteras no fueran rápidamente desbloqueadas.
AFP