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Maniobras EEUU-Corea del Sur, factor clave en lluvia de misiles norcoreanos

Corea del Norte acaba de lanzar más misiles en 24 horas que en todo el año 2017, cuando su líder Kim Jong un y el presidente de Estados Unidos Donald Trump intercambiaban amenazas nucleares.

¿Qué provoca ahora este récord de disparos norcoreanos, que eleva la tensión en la región? Según analistas entrevistados por la AFP, los ejercicios «Tormenta Vigilante» («Vigilant Storm»), las mayores maniobras conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur, actualmente en curso, son un elemento esencial para comprender la furia de Kim.

– ¿Qué tipo de ejercicios? –

Seúl y Washington han movilizado centenares de aviones de combate y llevan a cabo ejercicios de ataque las 24 horas del día. Ambos aliados decidieron el jueves prolongar los ejercicios hasta el viernes «debido a las recientes provocaciones del Norte», anunció el ejército surcoreano.

Este año, unos 240 aviones estadounidenses y surcoreanos prevén efectuar 1.600 vuelos, un récord «jamás alcanzado» en este tipo de ejercicios, según la misma fuente.

– ¿Por qué son importantes? –

Lo son porque implican a aviones de guerra de ambos países de alta tecnología, los F-35A y F-35B, de gran capacidad furtiva, es decir muy difícilmente detectables por el enemigo.

Aunque Corea del Norte posee armas nucleares –a diferencia de su vecino del Sur– su ejército del Aire es su talón de Aquiles, según los expertos.

«La mayoría de sus aviones son obsoletos (…) Tiene pocos aviones de combate de punta» dice a la AFP Cheong Seong-chang, investigador del Instituto Sejong.

Además «el Norte no tiene bastante carburante para los aviones. Por tanto la formación (de los pilotos) no se hace de forma correcta», agrega.

– ¿De qué tiene miedo Kim? –

De los aviones furtivos, dicen los expertos.

Durante el verano boreal de 2022, circularon informaciones sobre entrenamientos de «bombardeos de decapitación» entre surcoreanos y estadounidenses. Su objetivo: eliminar a dirigentes norcoreanos en operaciones relámpago.

Pyongyang está convencido de que los aviones de punta F-35 «podrían ser utilizados en operaciones de decapitación» alega Go Myong-hyun, investigador del Asan Institute for Policy Studies.

Otras señales revelan la preocupación de Kim respecto a una tentativa de derrocamiento. En septiembre, la doctrina norcoreana fue revisada, autorizando un bombardeo preventivo y colocando a la fuerza atómica bajo el «mando monolítico» del dirigente.

Si el «sistema de mando y de control» nuclear de Corea del Norte es «puesto en peligro por un ataque de fuerzas hostiles, un bombardeo nuclear serán efectuado automática e inmediatamente» precisa la nueva doctrina.

– ¿Cuál es la posición oficial del Norte? –

Corea del Norte ha considerado siempre las maniobras conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur como un ensayo general a una invasión de su territorio, o un derrocamiento del régimen.

Los actuales ejercicios aéreos «Tormenta Vigilante» son una «maniobra militar agresiva contra la República popular y democrática de Corea» afirmó el régimen norcoreano, que amenaza a Seúl y Washington con «pagar el más horrible precio de la historia».

– ¿Cuál es la posición de Corea del Sur? –

El presidente surcoreano Yoon Suk-yeol asumió el cargo en mayo, y prometió firmeza ante a Pyongyang.

Ha intensificado las maniobras militares con sus aliados, que se redujeron mucho durante la pandemia.

Tras el fracaso de las conversaciones para su desarme en 2019, el régimen de Kim Jong un se muestra cada vez más agresivo, llevando a cabo reiterados ensayos de armas que figuran en sus programas de armamento prohibidos.

Estados Unidos y Corea del Sur advierten desde hace meses que Corea del Norte se dispone a realizar un ensayo nuclear que sería el séptimo de su historia y el primero desde hace cinco años.

Unos 27.000 soldados estadounidenses están estacionados en Corea del Sur para ayudar en caso de ataque del Norte. Según los aliados, los ejercicios militares son un elemento esencial de la estrategia de defensa surcoreana.

AFP