El máximo responsable de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, dijo estar en contacto con Venezuela para resolver al éxodo que aqueja a millones de venezolanos que han abandonado su país.
«Estamos hablando cada vez más con Venezuela para ver qué se debe hacer, porque tal vez algunas personas quieran regresar o qué se debe hacer para crear condiciones nuevamente, y que las personas puedan volver a su país», dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados a la Voz de América.
Según el más reciente informe de ACNUR, publicado la semana pasada, más de 103 millones de personas han tenido que salir de sus países y transitar por el mundo, y Venezuela se ubicada como el segundo país con más refugiados (6,5 millones) en el exterio, siendo superada solo por Siria, que alcanza unos siete millones.
Para Grandi, este continúa siendo uno de los grandes desafíos en la región, a pesar de que resaltó el trabajo de países como Colombia, Ecuador o la República Dominicana al respecto.
Asimismo, señaló que Centroamérica no se escapa de los retos migratorios. El Alto Comisionado destacó que en Honduras, Guatemala y El Salvador, los ciudadanos siguen siendo víctimas de la acción de bandas criminales y de actores no estatales, que les obliga a huir, en medio, además, de la pobreza y de la influencia del cambio climático.
Pero, sobre todo, destacó, le preocupa «la situación en Nicaragua que lamentablemente ha producido un desplazamiento significativo especialmente hacia Costa Rica».
En cuanto a la situación en Haití, Grandi enfatizó la importancia de «la avalancha de movimiento de haitianos» que se mueven por la región. Algunos, incluso, que no están saliendo de su país, sino que permanecieron en otras naciones por años. Al respecto, afirmó que la principal recomendación es que «la gente no debe ser devuelta a Haití en este momento particular con la fragilidad del país».
La frontera sur de EEUU
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados también dijo a la VOA que tiene la disposición de continuar discutiendo con la administración de Estados Unidos la mejoría de las «enormes fallas» que han afectado la frontera sur y en «cómo ayudar al gobierno de EEUU a eliminar la acumulación de solicitudes de asilo de cientos de miles a lo largo de los años, probablemente la mayor acumulación en el mundo en ese sentido».
Aunque enfatizó que el tema es complejo, debido a algunas restricciones originadas por la pandemia, y reiteró su desacuerdo con el Título 42, dijo que la ONU continúa con una discusión «bastante constructiva» con México, Estados Unidos y otros países para encontrar soluciones a respecto.
Grandi también hizo referencia a la Declaración Los Ángeles, anunciada en la Cumbre de las Américas de junio pasado, en la que los gobiernos “reafirmaron su disposición a profundizar la cooperación y alinear políticas para reducir la migración irregular”.
«La declaración que hicieron todos los Estados de la región sobre el movimiento de población fue muy positiva, la cual apoyamos con mucha fuerza. Debe implementarse trabajando juntos para tratar de abordar estas fallas complicadas», puntualizó el vocero de ACNUR.
Millones de personas en el mundo son asistidas por la Agencia para Refugiados de Naciones Unidas, pero la operación de ACNUR podría verse afectada debido a sus insuficientes recursos financieros.
Voz de América