Más de 200 migrantes que estuvieron esperando a bordo de un barco después de que Italia les negara la entrada fueron autorizados a desembarcar este martes.
Casi 500 inmigrantes han estado en el limbo tras ser rescatados el mes pasado por tres barcos de oenegés diferentes cuando intentaban una peligrosa travesía desde el norte de África hacia las costas de Italia.
Pero el martes por la noche, uno de los barcos, el «Geo Barents», comenzó a desembarcar a los más de 200 migrantes a bordo después de que las autoridades sanitarias italianas les dieran luz verde.
«¡He recuperado mi vida!», gritó uno de los migrantes al comenzar el proceso de desembarco, según Médicos Sin Fronteras (MSF), que opera el buque.
Tanto el «Geo Barents» como el «Humanity 1», gestionado por la organización no gubernamental SOS Humanity, atracaron el fin de semana en el puerto de Catania, en el este de Sicilia, y desembarcaron a unos 500 de los migrantes más vulnerables.
Pero las autoridades italianas denegaron la entrada a otros 250 aproximadamente y dijeron a los barcos que volvieran al mar con ellos a bordo, una decisión que ambos grupos rechazaron.
Un tercer barco, el «Ocean Viking», dijo el martes que abandonaba las aguas de Sicilia y se dirigía a Francia con 234 migrantes a bordo, después de que sus llamamientos a Italia desde el 27 de octubre quedaran sin respuesta.
«Ante el silencio de Italia y la excepcionalidad de la situación, el ‘Ocean Viking’ reforzó su solicitud de un lugar seguro en Francia», dijo la oenegé SOS Mediterranee, que opera el bajo bandera noruega.
«Esperamos que el ‘Ocean Viking’ llegue a aguas internacionales cerca de Córcega el 10 de noviembre», señaló en un comunicado.
La gestión de los barcos de migrantes es una primera prueba para el nuevo gobierno de extrema derecha de Italia de la primera ministra Giorgia Meloni, que ha prometido detener a las decenas de miles de migrantes que llegan a las costas del país cada año.
A primera hora del martes, una cuarta embarcación desembarcó con éxito a sus 89 migrantes en el puerto de Reggio Calabria.
Los migrantes del «Rise Above», operado por el grupo humanitario alemán Mission Lifeline, eran «casi todos menores de edad», explicó a la AFP una fuente gubernamental.
– Elección de migrantes «selectiva y discriminatoria» –
Las oenegés consideran ilegal un decreto italiano que hace que el «Geo Barents» y el «Humanity 1» puedan atracar solamente durante el tiempo necesario para ayudar a los migrantes con necesidades urgentes.
«SOS Mediterranee» dijo el martes que la elección de los migrantes a los que se permite desembarcar es «selectiva y discriminatoria».
La decisión de Italia de permitir que los migrantes a bordo del «Geo Barents» abandonen el barco se produjo después de que aumentara la tensión a bordo, dijeron las oenegés.
«Nadie puede lidiar con esto, a ningún nivel», dijo el jefe de misión de MSF, Juan Matías Gil, a los periodistas en el puerto.
«Lo notan de verdad y su ansiedad crece cada día», aseguró.
El lunes, los migrantes organizaron una protesta improvisada desde la popa del «Geo Barents», mostrando pancartas y coreando «¡Ayúdennos!».
– Agotamiento –
Los migrantes a los que se permitió desembarcar del «Rise Above» el martes sufrían mareos y agotamiento, dijo Mission Lifeline, mientras que seis personas habían sido evacuadas antes tras ser consideradas emergencias médicas.
Los barcos fletados por organizaciones humanitarias recogen regularmente a los migrantes de embarcaciones superpobladas que intentan cruzar a Europa desde el norte de África y que están en peligro.
Sin embargo, sus pasajeros solo representan el 14% de las más de 87.000 personas que han desembarcado en Italia en lo que va de año, según el Ministerio del Interior.
El ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, dijo el lunes que el gobierno está actuando «con humanidad pero firmemente basándonos en nuestros principios».
AFP.