Son apenas 81.000 boletas de las millones que hay, pero sumieron a Estados Unidos en la incertidumbre durante cuatro semanas más: en Georgia, un desconocido candidato libertario, Chase Oliver, provocó una segunda vuelta en uno de los comicios más cruciales del proceso electoral de mitad de mandato.
Salvo una doble victoria demócrata o republicana en Nevada y Arizona, una hipótesis que sigue siendo posible, es en Georgia donde se jugará el control del Senado estadounidense.
Y es por Chase Oliver, de 37 años, y su 2% de votos en Georgia, que ni el demócrata Raphael Warnock ni el republicano Herschel Walker alcanzaron el 50% de los votos emitidos, el umbral imprescindible para ser elegido en ese estado.
Habrá que esperar, por tanto, al 6 de diciembre para que se decida entre ambos y saber hacia qué lado se inclinará el Senado.
Él ni se inmuta. «No se puede culpar a un candidato solo por ser una opción en la boleta electoral», dijo a Vice News.
«No creo que se pueda estropear algo que ya está podrido», agregó a The New York Times, refiriéndose al bipartidismo estadounidense, que dice despreciar.
– «Armado y gay» –
Este aficionado a la ciencia ficción, que se describe a sí mismo en su perfil de Twitter como «armado y gay» e hizo campaña desde su sótano lleno de objetos de colección de Star Trek, resalta en el paisaje político estadounidense dominante: está firmemente a favor de las armas, es conservador en materia fiscal, pero a la vez está a favor del derecho al aborto y de la legalización del cannabis y en contra de la pena de muerte.
En Fayetteville, una pequeña localidad de 19.000 habitantes en las afueras de Atlanta, la mayoría de las personas consultadas por AFP lo conocen poco.
Muchos lamentan los costos que exige organizar la segunda vuelta del 6 de diciembre.
«Es dinero tirado por la ventana», dice Joe, un jubilado de unos setenta años que no quiso dar su apellido. «Sin él, uno de los otros dos candidatos hubiera ganado».
A sus detractores, que lo acusan de lo mismo en Twitter, Oliver responde: «¿Odias la democracia?».
– Campaña de 10.000 dólares –
A diferencia de demócratas y republicanos, que ya se han gastado más de 241 millones de dólares en total en la carrera en Georgia según The Wall Street Journal, lo que equivale a 30 dólares por cada uno de los 7,8 millones de votantes del estado, Oliver solo ha gastado 10.000 dólares.
La opción que escojan sus 81.000 votantes en la segunda vuelta será crucial para el resultado final. Warnock y Walker obtuvieron una diferencia de solo 35.000 votos, pero él se niega a dar su apoyo a ninguno de los dos.
«Ellos ignoraron a las personas que votaron por mí y los temas que me importan», dijo a Vice News. Parece que su mensaje caló en algunos.
«Probablemente averigüe un poco más sobre los independientes la próxima vez, porque siento que estoy votando por la misma persona, ya sea republicano o demócrata», confía Pachean Carter, un empleado de 50 años que vive en Fayetteville.
«No tengo ningún problema con que se postule para el cargo. Cuantas más opciones, mejor», afirma Susan Cromie, una jubilada de 67 años a quien la idea de una segunda vuelta, no obstante, no le encanta.
«No quiero volver a votar. Ya he tenido suficientes clips de campaña en la televisión», dice, haciendo el gesto de dispararse en la sien. «Pero es un mal necesario».
AFP