La jugadora de baloncesto Brittney Griner fue transferida a una colonia penal de Mordovia, en el centro de Rusia, para que cumpla su pena por «tráfico de drogas», anunciaron sus abogados este jueves.
«Brittney empezó a cumplir su pena en [la colonia penitenciaria] IK-2 en Mordovia», una región del centro de Rusia conocida por sus prisiones y la dureza de su clima, anunciaron los abogados Maria Blagovolina y Alexander Boikov en un comunicado, agregando que visitaron a su cliente esta semana.
La deportista de 32 años «está tan bien como puede e intenta permanecer fuerte y adaptarse a su nuevo entorno», agregaron los abogados, subrayando que Griner atravesaba un «periodo muy difícil».
Su traslado se produjo después de que su recurso de apelación fuera rechazado. Fue condenada a nueve años de cárcel en agosto por «tráfico de drogas», tras haber sido detenida en febrero en un aeropuerto de Moscú en posesión de un cigarrillo electrónico que contenía líquido elaborado a partir de aceite de cannabis.
Sus seguidores denuncian que su condena es excesiva y que está motivada políticamente, de cara a un eventual intercambio de prisioneros entre Moscú y Washington, cuyas relaciones se tensaron fuertemente a raíz del conflicto en Ucrania.
La Casa Blanca consideró la semana pasada que «cada minuto que Brittney Griner debe aguantar una detención arbitraria en Rusia es un minuto de más».
La colonia penitenciaria IK-2, abreviación en ruso de «colonia correccional número 2», está situada en la ciudad de Yavas, en Mordovia, a unos 500 km al sureste de Moscú y tiene más de 800 reclusos.
Las colonias penales rusas tienen reputación de infligir malos tratos a sus detenidos, que suelen vivir hacinados en barracones insalubres, y sin acceso a una atención adecuada.
Las oenegés de defensa de los derechos humanos suelen denunciar los abusos y actos de tortura cometidos en las prisiones rusas, a menudo por detenidos que se llevan bien con los guardias y que obtienen privilegios a cambio.
AFP.