Dos de las potencias europeas que aspiran a levantar la Copa del Mundo el próximo 18 de diciembre, Inglaterra y Países Bajos, arrancaron con triunfo en su debut mundialista, en una jornada en la que las protestas y demandas por más libertad en Irán llegaron a Catar.
La nueva y talentosa generación del fútbol inglés, representada por Jude Bellingham (19 años) y Bukayo Saka (21), ambos goleadores, fue protagonista en la goleada 6-2 a Irán, con la que Inglaterra ha presentado su candidatura a llegar lejos en la cita mundialista.
«Hemos mostrado a todo el mundo toda la calidad que tenemos y lo que podemos hacer», señaló el delantero del Arsenal Saka, autor de dos goles, a la BBC.
Este encuentro estuvo marcado por las protestas en las gradas de los hinchas iraníes y la negativa de los jugadores de cantar el himno como señal de apoyo al movimiento de protesta que vive la República Islámica desde que hace dos meses falleciese la joven Mahsa Amini (22 años), tras ser detenida por la policía por violar el estricto código de vestimenta para las mujeres que les obliga a ir en público con la cabeza cubierta.
El seleccionador portugués de Irán, el veterano Carlos Queiroz, admitió que la situación de «tensión» afectó a los jugadores: «No está bien venir a este Mundial y pedirles que hagan cosas que no son su responsabilidad. Ellos quieren traer orgullo y alegría a la gente (…) Ni te imaginas lo que de puertas adentro estos chicos han estado viviendo en los últimos días».
Entre los miles de aficionados presentes en Doha, algunos llegados desde Teherán y otros desde la diáspora, se escucharon cánticos en favor de la «libertad».
«Este partido es una oportunidad para nosotros de apoyar a la gente que da su vida por la libertad», declaró a la AFP Sam, un exiliado en San Francisco de 34 años.
En este partido se vivió otra escena destacable. El inglés Harry Kane iba a ser el primer capitán en lucir un brazalete en favor de las reivindicaciones del colectivo LGTB+, finalmente y ante el temor de represalias por parte de la FIFA, lució otro con el mensaje «No Discrimination» (No a la discriminación), este sí autorizado por la máxima instancia del fútbol mundial.
En cambio, con los dos equipos ya situados sobre el terreno de juego, los jugadores ingleses hincaron la rodilla en el césped durante unos segundos, en una acción de protesta contra el racismo y la discriminación extendida a nivel global.
– Renuncia al brazalete inclusivo –
Las otras seis selecciones europeas que habían anunciado que iban a lucir brazaletes arcoíris con el lema ‘One Love’ (Gales, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Países Bajos y Suiza) también anunciaron su renuncia ante el temor de que sus capitanes recibieran una tarjeta amarilla, ya que la FIFA ha instado a los equipos «concentrarse en el fútbol» en un Mundial marcado hasta ahora por las críticas y las denuncias a Catar por no incumplir los Derechos Humanos.
La FIFA, que consideraba esta acción como una crítica enmascarada hacia el país anfitrión, reaccionó al desafío ofreciendo el sábado sus propios brazaletes de capitán, con mensajes más consensuados como «Salva el planeta», «Educación para todos» o «No a la discriminación».
– Examen logístico superado –
Tras la goleada de Inglaterra, le tocó el turno a otra aspirante a la copa, Países Bajos, tres veces finalista del torneo (1974, 1978 y 2010).
La Naranja logró un sufrido triunfo contra Senegal, vigente campeón de África, por 2-0, con tantos de Cody Gapko de cabeza a los 84 minutos y Davy Klaassen en el descuento (90+9), lo que permite al equipo europeo igualar a tres puntos con Ecuador en el grupo A, después de que el combinado sudamericano derrotase al anfitrión por el mismo resultado el domingo en e partido inaugural.
La jornada se cerrará con el regreso mundialista del Gales de Gareth Bale, ausente desde 1958, y el joven equipo de Estados Unidos, uno de los tres organizadores de la copa en 2026 (junto a México y Canadá).
Por primera vez en un Mundial moderno, los partidos del lunes se disputan en un perímetro muy reducido con solo un puñado de kilómetros separando los tres estadios, pero Catar superó con éxito el examen logístico, ya que no se registraron congestiones en los transportes de la capital pese a los 120.000 espectadores desplazados para estos tres duelos.
Sólo se registraron algunos problemas con las entradas, en formato digital, de algunos cientos de espectadores del Inglaterra-Irán y accedieron al recinto con el encuentro comenzado.
«Estamos trabajando para resolver ese problema lo antes posible», aseguró a AFP un portavoz de la FIFA.
La presencia de Lionel Messi en la conferencia de prensa oficial previa al debut de Argentina el martes ante Arabia Saudita levantó mucha expectación en el centro de prensa.
El capitán de la Albiceleste confirmó que se encuentra bien físicamente, pese a no entrenarse «por precaución» con el resto del grupo hasta este lunes y repitió que «seguramente» sea su último Mundial.