Centenas de migrantes de diversas nacionalidades esperan su turno en la frontera entre México y Estados Unidos para pedir asilo a las autoridades estadounidenses a días de que expire el Título 42, una medida de Washington que permite expulsar inmediatamente a quienes ingresen a su territorio.
Unos mil migrantes esperan este miércoles en el margen del Río Bravo (llamado río Grande en Estados Unidos), que bordea la fronteriza Ciudad Juárez, para entregarse a las autoridades estadounidense y solicitar asilo en ese país. Hay emigrantes provenientes de Nicaragua, aunque también hay personas de Colombia, Ecuador, Cuba, Perú y Venezuela.
Desde el domingo se han visto filas de personas que esperan su oportunidad. Los agentes de la patrulla fronteriza estadounidense van recibiéndolos por grupos, aunque no queda claro si una vez recibidos se les expulsa inmediatamente bajo el Título 42.
Los migrantes esperan su turno en medio de las bajas temperaturas que se registran en la ciudad, mientras que otros migrantes que también esperan que expire el Título 42 les llevan comida y agua a cambio de una propina.
«Estoy aquí apoyando a los paisanos que se entregan, porque no tienen dónde comprar, dónde desayunar. Uno le hace el apoyo de hacerle llegar sus necesidades», dice Gabriel Infante, un migrante venezolano que lleva víveres a quienes esperan su turno.
La fila se registra también a días de que las autoridades mexicanas desalojaran un campamento de unos 400 migrantes venezolanos en la ciudad.
«Estamos viendo centenas de personas con mucho frío, sin comida, tratando de calentarse un poquito. Esto no tendría que haber sido así. Esta es la descomposición de la política migratoria de Estados Unidos y de México», dijo Fernando García, de la oenegé Red Fronteriza por los Derechos Humanos.
A mediados de noviembre, un juez estadounidense dictaminó que el Título 42, una medida que instauró el gobierno de Donald Trump para expulsar migrantes de forma automática en medio de la pandemia del coronavirus, se usó de manera «arbitraria y caprichosa» para bloquear sus solicitudes de asilo.
Por solicitud del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el mismo juez concedió luego cinco semanas al gobierno de Joe Biden para poder prepararse frente a una temida avalancha de migrantes, en su inmensa mayoría latinoamericanos.
La sentencia entrará en vigor el 21 de diciembre a medianoche.
AFP