Irán anunció este sábado, la víspera de una visita de expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que aumentó su capacidad de enriquecimiento de uranio.
«Actualmente, la capacidad de enriquecimiento del país es más del doble de (la que ha tenido) esta industria en toda su historia», declaró Mohamad Eslami, jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, citado por la agencia oficial Irna.
«La energía nuclear y la generación de electricidad atómica representan grandes ahorros para el país y son eficaces para reducir el consumo de combustibles fósiles y no renovables, ofreciendo soluciones a los problemas medioambientales», añadió.
El OIEA, con sede en Viena, anunció el miércoles que su equipo técnico viajará a Irán el domingo para discutir la presencia de materiales nucleares en tres lugares no declarados, un caso que alimenta sospechas de actividades nucleares secretas.
El OIEA lleva años pidiendo a Irán que explique la presencia de uranio en esos lugares y que le deje recoger muestras.
En principio, el director general del organismo de vigilancia nuclear de la ONU, Rafael Grossi, no viajará a Irán esta vez.
El 9 de diciembre, Mohamad Eslami declaró que se habían introducido en Irán restos de uranio enriquecido procedentes del extranjero.
Este es uno de los principales puntos en los que hace unos meses fracasaron las negociaciones para relanzar el acuerdo nuclear iraní con las grandes potencias, alcanzado en 2015.
Las conversaciones están actualmente estancadas. Este pacto está moribundo desde que Estados Unidos se retiró unilateralmente en 2018, bajo la presidencia de Donald Trump.
Una delegación del OIEA había previsto inicialmente desplazarse a Teherán en noviembre, pero la visita no tuvo lugar.
Irán había cuestionado «la utilidad» de tal reunión después de que la junta de gobernadores del organismo votara una resolución en la que se criticaba la «falta de cooperación» de Teherán y la falta de respuestas «técnicamente creíbles».
En noviembre, el OIEA confirmó que Irán había comenzado a enriquecer uranio hasta en un 60% en su central de Fordo, superando ampliamente el umbral del 3,67% establecido en el acuerdo de 2015 y acercándose al 90% necesario para producir una bomba atómica.
El acuerdo preveía un levantamiento de las sanciones internacionales impuestas a Irán a cambio de garantías de que Teherán no se dotaría de armas nucleares, objetivo que la República Islámica siempre negó.
AFP.