Los hermanos Juan e Ignacio, dos hinchas argentinos de Buenos Aires, lograron quedarse con el último balón con el que Lionel Messi hizo un gol en el Mundial de la FIFA disputado en Catar.
Con el partido del 3-2 parcial sobre Francia en la final, antes del empate de Francia, que condujo a la definición por penaltis; el balón le cayó a un francés. Sin embargo, Ignacio le contó a Telefe que hablaron con él y le dijeron que debían entregar la pelota a la policía.
Así fue como «el francés me la entregó a mí y después, la pelota no la largaba (entregaba) por nada en el mundo”, comentó.
A su parecer, tuvieron «muchísima suerte» porque es la pelota del gol más gritado de los últimos 30 años y además tuvieron la suerte de que Pablo Dybala la reventó «muy cerquita» hacia el bloque donde estaban ellos.
Una vez que el balón estuvo en sus manos, Ignacio detalló que las autoridades cataríes buscaron recuperarlo: “Vino uno de los policías a pedírmela y no me la podía sacar. Y ya cuando vino el supervisor me dijo ‘está bien, se pueden quedar la pelota, la pelota es de ustedes»’, dijo.
Los hermanos recibieron una oferta de 21 mil dólares de parte de unos jeques cataríes por el balón, pero los argentinos se negaron por completo: “La pelota no tiene precio, no está a la venta”, dice Ignacio y sentencia: “la única persona a la que le podemos entregar la pelota es a Leo Messi”.
De acuerdo con el Clarín, la pelota es la misma con la que a los 4 minutos del segundo tiempo del alargue, Messi marcó el 3-2 con el que Argentina se puso arriba parcialmente, luego vendría el empate de Mbappé y la tanda de penales, que le dio el campeonato de la albiceleste.
Con información de Telefe y Semana.