La Embajada de Venezuela en los Estados Unidos y todos sus funcionarios cesaron oficialmente funciones el pasado jueves 5 de enero de 2023.
El cese de funciones fue decidido por la mayoría de diputados de la Asamblea Nacional Electa en 2015 que aprobó una Reforma de Ley de Estatuto que rige la Transición y, de forma inconstitucional, eliminó la Presidencia Encargada liderada por el Presidente Juan Guaidó, el Gobierno Interino, y el Servicio Exterior, incluida la Embajada de Venezuela en los Estados Unidos, liderizada por el Embajador Carlos Vecchio, reconocida desde 2019 por la administración norteamericana.
«Con recursos muy limitados a nuestro alcance, un talento humano comprometido con Venezuela y profunda vocación de lucha y servicio por el país, trabajamos desde 2019», se lee en un comunicado emitido por la propia embajada.
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Durante los años en los que funcionó la embajada se propuso «contribuir a sumar toda la presión internacional para lograr el fin de la dictadura en Venezuela y una transición democrática lo antes posible».
Al tiempo que pretendió hacer «de la causa de la libertad de Venezuela y las elecciones libres y justas una causa bipartidista en los Estados Unidos».
Dentro de sus funciones, la embajada articuló «una diáspora organizada en distintas ciudades de los Estados Unidos para empoderar la lucha por la restitución de la libertad y la democracia en Venezuela», así como impulsó la protección de los ciudadanos venezolanos en EEUU.
Con EEUU como el mayor donante. Desde las relaciones diplomáticas de la embajada, se gestionó una gran cantidad de asistencia humanitaria para los venezolanos.
En su afán de proteger a los ciudadanos venezolanos en los Estados Unidos, la embajada reactivó de manera digital servicios consulares suspendidos hasta por 10 años, logrando el reconocimiento de sus pasaportes vencidos hasta por 5 años, y especialmente, logrando mecanismos de protección migratoria como el DED (Salida Forzosa Diferida) y el TPS (Estatus de Protección Temporal) que permitieron a los migrantes y refugiados vivir y trabajar legalmente en EEUU sin temor a ser deportados.