Frente a las crecientes ambiciones de China en la región Asia-Pacífico, los primeros ministros de Reino Unido y Japón firmaron este miércoles en Londres un acuerdo de defensa «de enorme importancia» que permitirá el despliegue de tropas británicas en el archipiélago asiático.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, y su homólogo británico, Rishi Sunak, firmaron el texto en la histórica Torre de Londres en el marco de una visita del líder nipón al Reino Unido.
«La relación entre nuestros dos países es más fuerte que nunca, no solo en materia de comercio y seguridad sino también en nuestros valores», aseguró Sunak, mientras Kishida instaba a ir adelante manteniendo «una discusión estratégica que sea nuestra esperanza».
El Reino Unido calificó el pacto, cuya negociación comenzó en 2021, como «el acuerdo de defensa más importante entre los dos países en más de un siglo».
Este establece una base legal para el despliegue de tropas británicas y japonesas en sus recíprocos territorios con fines de formación y otras operaciones.
«Este acuerdo de acceso recíproco es de enorme importancia para nuestras dos naciones. Afianza nuestro compromiso con el Indo-Pacífico y subraya nuestros esfuerzos conjuntos para impulsar la economía de seguridad», agregó Downing Street.
El pacto refleja también los esfuerzos de Japón para reforzar sus alianzas frente a las crecientes ambiciones de China en la región, que el ejecutivo japonés considera como un «desafío estratégico sin precedentes» para su seguridad.
Tokio revolucionó recientemente su política de defensa y seguridad ante la creciente presión de Pekín y hace un año ya firmó un acuerdo similar con Australia.
Esta cooperación militar reforzada con Londres representa «un paso adelante bastante significativo para ambos países en cuanto a su relación de defensa bilateral», dijo a la AFP el miércoles Euan Graham, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.
Y permite facilitar el despliegue de operaciones conjuntas que era hasta ahora «complicado diplomáticamente» porque requerían en cada ocasión el visto bueno del ministerio de Relaciones Exteriores, explicó.
– «Confrontación de bloques» –
El portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, reaccionó afirmando que «la región Asia-Pacífico es un lugar de desarrollo pacífico, no un escenario de juegos geopolíticos».
«La cooperación en materia de defensa debería promover un mejor entendimiento mutuo, la confianza y la cooperación entre los países» y no «crear enemigos imaginarios, ni mucho menos introducir la vieja mentalidad de la confrontación de bloques en la región», agregó.
China y Japón, segunda y tercera economías mundiales respectivamente, son importantes socios comerciales pero sus relaciones se degradan desde hace años. Tokio denuncia con regularidad la actividad marítima china en torno a las islas Senkaku, cuya soberanía reivindica Pekín.
Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Japón dispone de una Constitución pacifista que limita su capacidad militar a acciones únicamente defensivas.
Sin embargo, el mes pasado, el gobierno aprobó un plan para aumentar el gasto militar hasta el 2% del PIB en 2027 (el doble de lo habitual) y advirtió que China era el mayor desafío estratégico para su seguridad.
El Reino Unido también endurece desde hace años su discurso hacia Pekín. Sunak calificó al gigante asiático en noviembre como un «desafío sistémico» a los intereses británicos.
Reino Unido, Italia y Japón anunciaron el mes pasado que iban a desarrollar conjuntamente un nuevo avión de combate puntero que debería estar finalizado en 2035.
Kishida visita Londres en el marco de una gira por varios países del G7, que lo llevó previamente a París y Roma y debe culminar el viernes con un encuentro con el presidente estadounidense Joe Biden en Washington.
AFP