Los bombardeos rusos contra infraestructuras energéticas provocaron el sábado apagones en casi toda Ucrania, que espera la llegada de tanques occidentales para enfrentar la intensificación de la ofensiva de las tropas de Moscú.
Varias explosiones resonaron en la mañana en Kiev, informaron periodistas de la AFP.
El asesor presidencial ucraniano, Kirilo Timoshenko, indicó en Telegram que los ataques tuvieron como objetivo instalaciones clave de la capital, en plenas celebraciones del Año Nuevo ortodoxo.
Los bombardeos alcanzaron también infraestructuras en el noreste, este, sur y centro de Ucrania, provocando «apagones de emergencia» en «la mayoría de las regiones», indicó el ministro de Energía, German Galushchenko.
«Hoy, el enemigo disparó de nuevo contra infraestructuras energéticas», indicó el operador ucraniano Ukrenergo, y añadió que la situación era complicada en las regiones de Járkov y Leópolis (oeste).
Rusia bombardea metódicamente desde octubre, tras sufrir una serie de reveses militares, las infraestructuras vitales de la exrepública soviética, confrontada al desafio de proceder a reparaciones rápidas para paliar la crudeza del invierno.
En el terreno, las tropas de Moscú han intensificado su ofensiva en el este y los combates se centran de momento en Soledar, una localidad que tenía unos 10.000 habitantes antes del conflicto.
Rusia afirmó el viernes haber tomado el control de la ciudad, pero Ucrania asegura que sigue bajo su control y que la batalla continúa.
Ucrania reclama a sus aliados occidentales más armas y equipamiento militar, como tanques pesados y misiles de largo alcance.
El Reino Unido anunció que suministrará tanques Challenger 2 y sistemas de artillería adicionales a Ucrania, para contrarrestar la ofensiva rusa que se inició hace casi once meses.
La embajada rusa en Londres advirtió que «llevar tanques a la zona de conflicto (…) solo servirá para intensificar las operaciones de combate, generando más víctimas, incluso entre la población civil».
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenskim sostuvo en cambio que «el terror ruso» solo puede podrá ser detenido «en el campo de batalla».
La semana pasada, Francia, Alemania y Estados Unidos prometieron vehículos blindados para transportar infantería y tanques de reconocimiento.
– Civiles muertos –
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó de explosiones en el distrito de Dniprovskiy y llamó a los residentes a «permanecer en refugios». Varios fragmentos de un misil cayeron en el distrito de Golosiivsky, aunque nadie resultó herido, añadió.
También se registraron ataques en la región meriodonal de Zaporiyia.
Un poco más al sur, en Dnipró, al menos cinco personas murieron y 27 resultaron heridos después de que un bombardeo alcanzara un edificio de nueve pisos.
«¡Memoria eterna a todos aquellos cuyas vidas fueron arrebatadas por el terror ruso!», reaccionó Zelenski.
«Sábado festivo y sigue el terror [ruso]. Mientras los niños ucranianos disfrutan de los dulces que recibieron ayer, Rusia ataca edificios residenciales», lamentó la primera dama, Olena Zelenska.
– Alto el fuego «localizados» –
Los puntos «más calientes» del frente se hallan en Soledar y en la cercana ciudad de Bajmut, principal objetivo de Moscú, declaró el sábado el gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kirilenko.
En Soledar, el ejército ucraniano combate contra los mercenarios del grupo paramilitar ruso Wagner.
La toma de Soledar significaría una importante victoria simbólica militar para Moscú, después de los reveses sufridos por sus tropas desde septiembre.
Turquía, que mantiene buenas relaciones con ambos países, declaró que quería promover ceses de hostilidades «localizados».
«Si no podemos alcanzar un acuerdo de paz global, buscaremos alto el fuego localizados y limitados, desescaladas locales», afirmó Ibrahim Kalin, un estrecho asesor del presidente Recep Tayyip Erdogan.