La maltrecha salud pública británica puede vivir la mayor huelga de su historia el 6 de febrero, tras el anuncio el viernes de nuevos paros del personal de ambulancias, que se sumará a las enfermeras, para exigir mejores condiciones y salarios.
En un contexto de grave crisis por el encarecimiento de la vida, con una inflación que alcanzó el 10,5% en diciembre, el Reino Unido ve multiplicarse desde hace meses las huelgas en numerosos sectores.
Tras dos días de paro histórico en diciembre y otros dos en enero, miles de enfermeras prevén volver a la huelga los días 6 y 7 de febrero en Inglaterra.
Un sindicato de personal de ambulancias, GMB, que incluye a paramédicos y telefonistas, ya había anunciado el miércoles que se sumarían a la acción el 6 de febrero. Y este viernes, otro sindicato, Unite, informó de que miles de sus trabajadores de ambulancias también lo harán en Inglaterra y Gales, amenazando con la mayor huelga desde la fundación de la salud pública en 1948.
El sistema sanitario público británico, o NHS, vive una profunda crisis tras años de infrafinanciación bajo los sucesivos gobiernos conservadores.
Sus profesionales, sometidos a enorme presión por la falta de efectivos y perdiendo poder adquisitivo porque sus salarios aumentan desde hace años por debajo de la inflación, están abandonando en masa un sector con decenas de miles de puestos vacantes.
El gobierno conservador de Rishi Sunak acusa a los huelguistas de poner en peligro a los pacientes y quiere introducir servicios mínimos en algunas áreas.
«En lugar de actuar para proteger el NHS y negociar el fin del conflicto, el gobierno ha optado vergonzosamente por demonizar al personal de ambulancias», fustigó la secretaria general de Unite, Sharon Graham, en un comunicado.
«No son los sindicatos los que están incumpliendo los niveles mínimos de servicio: es la desastrosa gestión del NHS por parte de este gobierno la que lo ha llevado al punto de ruptura», afirmó.
Unite anunció el viernes un total de diez nuevas jornadas de acción de sus trabajadores de ambulancias en diferentes partes del país entre finales de enero y finales de marzo.
AFP