Estados Unidos acusó a Rusia de incumplir el Nuevo START, el último tratado de control de armas restante entre las dos principales potencias nucleares del mundo.
El Departamento de Estado de la administración de Joe Biden culpó a las autoridades rusas de suspender las inspecciones en su territorio y de cancelar las conversaciones formales establecidas bajo el pacto, firmado en 2010 y prorrogado hace dos años hasta 2026.
La actitud de Moscú «amenaza la viabilidad del control de armas nucleares entre Estados Unidos y Rusia», afirmó un portavoz del Departamento de Estado.
«Para volver al pleno cumplimiento, todo lo que Rusia necesita hacer es permitir las actividades de inspección en su territorio, como lo hizo durante años bajo el Nuevo Tratado START, y reunirse en una sesión de la Comisión Consultiva Bilateral», apuntó.
«No hay nada que impida que los inspectores rusos viajen a Estados Unidos y realicen inspecciones», agregó.
Moscú anunció a principios de agosto que suspendería las inspecciones de sus sitios militares por parte de enviados estadounidenses bajo el Nuevo START. Alegó que respondía a una obstrucción estadounidense de inspecciones rusas, una acusación negada por Washington.
La diplomacia entre las dos potencias se redujo al mínimo el año pasado tras la invasión rusa de Ucrania a fines de febrero. Estados Unidos lidera una campaña para castigar económicamente a Moscú por su ofensiva y para enviar a Kiev miles de millones de dólares en armas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó veladamente con usar armas nucleares en Ucrania, reviviendo los temores de una guerra apocalíptica.
Rusia pospuso indefinidamente las conversaciones bajo el Nuevo START, que debían comenzar el 29 de noviembre en El Cairo, acusando a Estados Unidos de «toxicidad y animosidad».
– «Hacer el mundo más seguro» –
Poco después de asumir el cargo hace dos años, Biden prorrogó el Nuevo START por cinco años, hasta 2026, dando así tiempo para negociar y preservando un tratado que la administración demócrata considera importante.
El antecesor de Biden, el republicano Donald Trump, había roto acuerdos previos de control de armas y había dudado en preservar el Nuevo START en su forma actual, diciendo que cualquier tratado nuclear también debe incluir a China, cuyo arsenal está creciendo rápidamente pero aún significativamente por debajo del de Rusia y Estados Unidos.
La administración Biden indicó que quiere preservar el Nuevo START. El portavoz del Departamento de Estado dijo que el tratado busca «hacer el mundo más seguro».
Los legisladores republicanos, que tomaron el control de la Cámara de Representantes en enero, habían pedido al secretario de Estado, Antony Blinken, que informara el martes si Rusia estaba incumpliendo el pacto.
Un grupo de republicanos activos en política de defensa respondió que Biden había ampliado «ingenuamente» el Nuevo START y dijo que «no se puede confiar en que Rusia cumpla con ningún acuerdo internacional».
«Instamos al presidente Biden a que ordene al Departamento de Defensa que se prepare para un futuro en el que Rusia pueda desplegar una gran cantidad de ojivas, muy por encima de los límites del tratado Nuevo START», según un comunicado de los legisladores republicanos.
El Nuevo START, firmado en 2010 por el entonces presidente demócrata Barack Obama, limitó a un máximo de 1.550 ojivas nucleares estratégicas desplegadas por Rusia y Estados Unidos, una reducción de casi el 30% del límite anterior establecido en 2002.
También restringió el número de lanzadores y bombarderos pesados a 800, suficientes para destruir la Tierra.
AFP.