Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, reconoció este miércoles que hubo «deficiencias» en la respuesta al terremoto que acabó con la vida de más de 11 personas en su país y Siria.
«Por supuesto, hay deficiencias, es imposible estar preparado para una catástrofe así», expresó el mandatario.
Erdogan visitó este 8 de febrero, a la provincia de Hatay (sur), una de las más golpeadas por sismo, en la frontera con Siria.