El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, lamentó este viernes la reforma constitucional en Nicaragua, que calificó como una “muerte civil” para los presos políticos, luego de que el jueves el país vecino excarcelara a 222 opositores y los enviara a Estados Unidos.
“Yo le doy 200 gracias a Dios que esas personas que estuvieron encarceladas hayan tenido libertad. Lamento mucho que hay un proyecto de reforma constitucional en Nicaragua, no sé si ya lo aprobaron, para convertirlos en personas apátridas», declaró Chaves a los periodistas tras una evento oficial.
El mandatario costarricense calificó la reforma constitucional nicaragüense como una «muerte civil» para los afectados.
El Ejecutivo nicaragüense despojó de su nacionalidad a las 222 personas que llegaron el jueves a la capital estadounidense. Entre los excarcelados están los ex precandidatos presidenciales Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga.
Chaves explicó en sus declaraciones que los ahora expulsados políticos “no pueden sacar cédula, no pueden sacar una licencia de manejo, no pueden sacar un pasaporte, no pueden hacer transacciones bancarias».
El presidente costarricense agregó que tomó «con mucho regocijo la oferta del Gobierno de España de darle nacionalidad a estas personas», lo cual le «alegra muchísimo”.
La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó la primera de dos legislaturas de una reforma a la Constitución Política que establece que aquel nicaragüense que sea sentenciado por delitos considerados “traición a la patria” perderá la calidad de nacional nicaragüense.
La reforma constitucional, presentada con trámite urgente por los 74 diputados sandinistas que son mayoría absoluta en el Parlamento, fue aprobada. El artículo constitucional reformado, el 21, que debe ser aprobado en una segunda legislatura para que entre en vigor, es decir el próximo año.
El presidente Chaves dijo que la excarcelación de los opositores en Nicaragua no cambia la postura del Gobierno costarricense hacia el país vecino.
El anterior Gobierno de Costa Rica (2018-2022), presidido por Carlos Alvarado, no envió embajador a Nicaragua debido a las violaciones a los derechos humanos en esa nación, y el actual de Chaves (2022-2026) tampoco lo ha hecho, aunque sí lo estuvo valorando al inicio de su administración.
Chaves decidió finalmente no nombrar embajador, entre otras cosas porque el Gobierno de Daniel Ortega expulsó de Nicaragua a la delegación diplomática de la Organización de Estados Americanos en abril de 2022.