Después de seis días atrapados entre los escombros, un bebé y una adolescente fueron rescatados el domingo con vida tras el terremoto en Turquía y Siria.
Los últimos balances sitúan el número de muertos por el sismo en 28.191 personas (24.617 en Turquía y 3.574 en Siria), el más mortífero en la región desde 1939.
En medio de un escenario devastador y un frío glacial, decenas de miles de socorristas locales y extranjeros trabajan entre las ruinas en busca de señales de vida.
Y, aunque han pasado ya seis días desde el sismo de magnitud 7,8 ocurrido en la madrugada del lunes, siguen emergiendo historias milagrosas de supervivientes.
Un bebé de siete meses llamado Hamza fue rescatado con vida más de 140 horas después del sismo en la provincia de Hatay (sur de Turquía) y la adolescente Esma Sultan, de 13 años, fue salvada en la vecina Gaziantep, según medios estatales.
«¿Sigue el mundo ahí?», se preguntaba el sábado Menekse Tabak, de 70 años, mientras era extraída de entre los cascotes en la ciudad de Kahramanmaras, según un video de la cadena estatal TRT Haber.
La preocupación para los supervivientes no es solo rescatar más personas con vida, sino también encontrar los restos de sus familiares fallecidos.
«Las autoridades ya no quieren conservar los cuerpos más allá de un cierto plazo, y los llevarán a enterrar», comentó Tuba Yolcu en Kahramanmaras. «Que Dios me ayude a encontrar a mi tía».
En una plantación de algodón transformada en un cementerio, una familia afligida se abrazaba ante el desfile interminable de cuerpos que llegaba para un rápido entierro.
AFP.