Nueve años han transcurrido desde que Bassil Da Costa y Robert Redman fueron asesinados en una marcha contra el régimen en el centro de Caracas.
Da Costa tenía 23 años cuando un disparo en la cabeza le segó la vida. Fue la primera víctima mortal durante las protestas del 2014, durante un llamado a protestas pacíficas en todo el territorio en el marco del Día de la Juventud.
Un día antes de salir a marchar, expresó: “Bueno señores, este que está aquí sale a marchar mañana, sin miedo de nada, con la esperanza de encontrar un mejor futuro”, publicó en Facebook.
Por su muerte fueron acusados ocho funcionarios del Sebin y también de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), y solo dos fueron condenados.
Por este motivo, la ONG Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA) denunció que la cadena de mando culpable por el asesinato del joven estudiante «sigue sin ser juzgada».
Robert Redman que tenía 31 años, irónicamente, fue una de las personas que ayudó a cargar el cuerpo de Bassil Da Costa para que tuviera atención médica tras recibir el disparo en la cabeza que le puso fin a su vida. Ese momento quedó registrado en varias fotografías.
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