El hombre acusado de haber asesinado a siete personas y de herir a otra en dos ataques armados ocurridos en el norte de California se declaró no culpable ante la corte este jueves, informaron medios locales.
Zhao Chunli, de 66 años, enfrenta a la justicia por el asesinato de siete colegas en la comunidad rural de Half Moon Bay en enero, en un caso que la fiscalía considera que fue una disputa laboral.
Zhao, ciudadano chino, negó los siete cargos por homicidio, además de la acusación de intento de homicidio y el agravante de homicidio múltiple.
El acusado vive en Estados Unidos desde hace más de diez años y se pronunció con la ayuda de un intérprete ante una corte en Redwood City, norte del estado.
La mayoría de las víctimas también eran chinas, en tanto que otras dos eran de nacionalidad mexicana.
Zhao y su esposa formaban parte del grupo de trabajadores rurales que vivían en una granja de hongos, donde ejecutó el primer ataque.
Un juez le ordenó volver ante el tribunal el 3 de mayo, de acuerdo con el diario San José Mercury.
Días después de su arresto, Zhao habló con una periodista que lo visitó en la cárcel, y reconoció haber ejecutado los asesinatos.
De acuerdo con Janelle Wang, de la cadena de televisión NBC Bay Area, Zhao aceptó hablar con ella a sabiendas de que era periodista y le dijo que creía que sufría de problemas mentales.
El sospechoso le habría dicho además que durante años sufrió acoso y cargas excesivas de trabajo, pero que sus quejas no habían sido escuchadas.
Los ataques de Half Moon Bay el 23 de enero ocurrieron menos de 48 horas después de que otro hombre asiático abriera fuego en un salón de baile en el sur de California durante la celebración del año nuevo chino.
En dicho ataque once personas murieron y el tirador Huu Can Traan, quien la policía afirmó era de nacionalidad vietnamita con pasaje por Hong Kong, se suicidó la mañana siguiente cuando fue rodeado por las autoridades.
Los dos terribles episodios con armas semiautomáticas causaron desconcierto en la comunidad asiática de California y reavivaron el debate sobre la cultura armamentista en Estados Unidos.
AFP.