Este martes, el presidente de Inter American Trends, Antonio de La Cruz, se pronunció sobre las elecciones de 2024 en Venezuela, y es que durante la entrevista en Aló Buenas Noches, se concluyó que el régimen de Nicolás Maduro, tendría una única esperanza de sobrevivir.
De La Cruz reiteró que Maduro «siempre ha cabalgado sobre la imagen de Hugo Chávez; sin embargo, él desde 2017, cuando ya la economía ha caído un 60% del Producto Interno Bruto (PIB) hace un viraje y rompe con todo lo que representaba Chávez hasta ese momento y construye su propio proyecto asociado, básicamente, a las élites».
«Hoy el proyecto político de Maduro, es un proyecto de élites que están alrededor de las organizaciones criminales que manejan todo lo que significa el tráfico de oro, el narcotráfico, los metales, el combustible; en ese sentido, él busca desligarse; sin embargo, para los procesos electorales necesita arroparse de esa imagen de Chávez, para poder tener el voto popular», precisó.
Acotó que en las encuestas «le dan 73% de rechazó (…) Como figura el alcanza un 12%o 13% de aceptación». «Si vemos esa simetría, esa disparidad, Maduro necesita del chavismo para estar en cualquier evento electoral, seudo libre, justo y competitivo».
Con respecto a la posibilidad de primarias dentro del chavismo, el especialista alertó que «si ellos consiguen identificarse y separarse», pueden que «no tengan mucho futuro» y es que «si Maduro tiene un triunfo en 2024, hipotético, ese chavismo también va a desaparecer», dijo.
«Cuando Chávez tiene su autoritarismo competitivo con elecciones y su liderazgo natural, su carisma, no necesita utilizar la represión para tener la mayor aceptación por parte de sectores populares. En el caso de Maduro, él no tiene ese carisma y por lo tanto, la manera de controlar socialmente la empieza a reprimir y de hecho comienza cometer los crímenes de lesa humanidad», detalló.
En cuanto a las encuestas donde lidera la coordinadora de Vente Venezuela, María Corina Machado, la popularidad para liderar el país, subrayó que al compararla con Maduro, «la brecha es de 30%, una brecha que si se sostiene es difícil de revertir».