El primer ministro británico, Rishi Sunak, viajó este martes a Irlanda del Norte para tratar de obtener el apoyo de las fuerzas políticas locales al acuerdo comercial anunciado la víspera con la UE, que busca favorecer el comercio en esta provincia.
Es «un acuerdo fabuloso que responde a todo lo que cuenta para la gente», aseguró Rishi Sunak al visitar una fábrica de Coca Cola cerca de Belfast, la capital de la provincia.
Según él, el nuevo compromiso creará «la zona económica más excitante del mundo», con acceso al mercado británico y al de la UE. «Nadie más tiene eso, sólo ustedes», enfatizó.
Sunak y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentaron el lunes el nuevo acuerdo como un hito «histórico» en Irlanda del Norte, una provincia británica fronteriza con la República de Irlanda, miembro de la UE.
El nuevo acuerdo, llamado «marco de Windsor», actualiza el llamado protocolo norirlandés negociado en 2020 por el entonces primer ministro, Boris Johnson, con motivo de la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Aquel protocolo mantenía Irlanda del Norte dentro del mercado único europeo de bienes y mercancías, con el objetivo de evitar una frontera terrestre «dura» con la vecina República de Irlanda.
El problema principal era que imponía controles aduaneros a los productos procedentes del resto del Reino Unido. En virtud del nuevo compromiso, sólo las mercancías susceptibles de ser exportadas a la República de Irlanda serán sometidas a controles.
Para los productos destinados solamente a Irlanda del Norte habrá vía libre.
De manera muy concreta, esto significará que la carne congelada británica podrá venderse en los supermercados norirlandeses, que los ingleses podrán enviar paquetes a sus parientes de Belfast sin hacer una declaración de aduanas o viajar a la provincia con su perro sin necesidad de un certificado veterinario.
El acuerdo con la UE se cerró a pocas semanas del 25º aniversario de los Acuerdos de Viernes Santo, que pusieron fin a un conflicto armado de tres décadas (con saldo de 3.500 muertos) entre los unionistas, partidarios de la permanencia en el Reino Unido, y los republicanos, partidarios de la adhesión de la provincia a la República de Irlanda.
El pacto fue bienvenido como una «etapa esencial» para la paz por el presidente norteamericano, Joe Biden, y recibido con entusiasmo por París, Berlín, Dublín y los círculos empresariales británicos.
– Convencer a los unionistas –
El gobierno británico sostiene que el acuerdo, negociado arduamente con la UE, permitirá dinamizar los intercambios comerciales con la provincia de Irlanda del Norte.
Sunak tiene ahora el desafío de convencer al ala derechista de su Partido Conservador, y también al Partido Unionista Democrático (DUP), opuesto a cualquier medida que ponga en cuestión la pertenencia de Irlanda del Norte al Reino Unido.
Los unionistas han bloqueado desde hace un año el gobierno local, bajo el reclamo de que se abandonara el protocolo que imponía una frontera de facto en el mar de Irlanda, y se niegan a la aplicación de facto del derecho de la UE en Irlanda del Norte.
El líder del DUP, Jeffrey Donaldson, dijo este martes en la BBC que el acuerdo responde «en parte a las preocupaciones» existentes, si bien «hay cuestiones que seguimos hablando con el gobierno y con las que nos tomaremos nuestro tiempo».
Uno de los posibles escollos precisamente es el rol que mantiene el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en la administración del nuevo acuerdo comercial.
Ian Paisley, un diputado del DUP, estimó que el nuevo acuerdo «no está a la altura».
«Es totalmente comprehensible que ellos (los unionistas) quieran examinar los detalles del proyecto», reaccionó en Sky News el ministro británico de Relaciones Exteriores, James Cleverly.
Sin embargo, si los unionistas del DUP no se avienen a reactivar las instituciones locales norirlandesas con el partido republicano Sinn Fein, «será extremadamente decepcionante», apuntó el ministro.
AFP