De forma arbitraria, funcionarios de la policía desalojaron a un grupo de migrantes, entre ellos venezolanos y autoridades eclesiásticas de una catedral en Ciudad Juárez, sur de México.
Según detallaron indocumentados y religiosos, los funcionarios entraron a la catedral, golpearon a los migrantes y los sacaron de un comedor. Uno de los migrantes habría resultado herido, reseñó EFE.
Carlos, un migrante venezolano que trabaja en la catedral, expresó sentir miedo por lo ocurrido. «Los policías hacen revisión y si no encuentran nada, nos dicen malas palabras. Al compañero no le encontraron dinero y se molestaron», comentó.
«Ellos (los policías) dicen que no tenemos permiso para estar en la ciudad y pedimos ante migración que nos den permiso para circular aquí y no nos lo dan. Si no les damos dinero nos amenazan que nos denunciarán ante migración», reveló.
El padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante, consideró el hecho como «crítico», porque los funcionarios entraron a un espacio humanitario y ninguna autoridad debe de entrar ahí, a menos que el Instituto Nacional de Migración emita una carta y explique las razones por las que necesita el acceso.
Calvillo recordó que los migrantes no son números y tienen derechos, por lo que, no deben de sufrir estos casos de abusos
La Diócesis de Ciudad Juárez, a través de un comunicado, instó al presidente municipal, Cruz Pérez Cuellar a que ponga atención a la situación que viven las personas con movilidad en la ciudad y se pueda prevenir que vuelvan a ocurrir estos lamentables hechos.
Con información de EFE.