La figura de la mujer sigue creciendo dentro del Vaticano, sede central de la Iglesia Católica Romana.
Las mujeres que trabajan en la administración del gobierno de la Iglesia son cada vez más numerosas.
En 2022 representaban el 26,1% de la población activa, frente a solo el 19,3% en 2013, según una investigación de la periodista austriaca Gudrun Sailer, publicada el martes por Vatican News.
El aumento de la presencia de mujeres ha sido alabado en público. Pero una decena de empleadas interrogadas por AFP lamentan –bajo condición de anonimato– las actitudes condescendientes y adversas a las que se enfrentan, particularmente entre los clérigos.
«Aún queda mucho camino por recorrer», subraya una de ellas, que trabaja desde hace 10 años en la Santa Sede.
Otra denuncia una actitud globalmente paternalista, con una visión antigua de la «mujer sensible, dulce, que encontramos reflejada en los discursos del papa».
«A veces tenemos la sensación de ser consideradas como becarias. Son pequeños gestos, una mano en el hombro, una falta de consideración, comentarios casi diarios sobre el físico o la ropa», añade.
Otras mujeres, a veces madres, lamentan ser relegadas a papeles secundarios. También denuncian un mandato implícito de silencio y docilidad.
Con información de AFP