Con el dinero que obtuvo de la venta de su auto, Andrea Simoza, una venezolana de 33 años, montó en 2020 una pequeña tienda en línea de obsequios personalizados.
“Hubo necesidad en casa, como familia, de abrir un negocio que nos generara nuevos ingresos”, explica Simoza a la Voz de América desde su oficina en Caracas, repleta de peluches, bombones y cajitas de regalos.
Simoza es una de los cerca de tres millones de personas que están emprendiendo en Venezuela, según el más reciente estudio Global Entrepreneurship Monitor (GEM Venezuela 2022), de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
El estudio señala que el 90% de los emprendimientos en Venezuela “nacen por necesidad (…) ante la falta de oportunidades laborales, en un mercado que tiende a la informalidad”.
Luis Lariño, profesor investigador del IESA, dijo durante la presentación del informe que en Venezuela “la gente no está cruzada de manos esperando morirse de hambre o mucho menos”.
Venezuela lleva casi una década sumida en una crisis económica sin precedentes, que acabó con el poder adquisitivo, principalmente en el sector público.
En los últimos años, muchos empleados estatales han abandonado sus puestos y se han lanzado a la informalidad en busca de subsistencia.
La canasta básica alimentaria ronda los 480 dólares al cambio, según el Centro de Documentación y Análisis (CENDAS), y el salario mínimo equivale a unos 5 dólares mensuales.
Pero pese a la crisis, el negocio de Simoza florece. Su idea de emprender, que venía gestándose desde 2019, se concretó en 2020, durante la pandemia del COVID-19, cuando quedó embarazada.
«Había una crisis, no solo en Venezuela (…) y nos llevó a construir algo que nos generara ingreso propio”, apuntó.
Simoza, que es profesora de música, no tenía claro en ese momento qué hacer o en qué invertir.
“Mi esposo me dio la idea de importar chocolates, golosinas, termos”, recuerda.
Y así fue como nació Besikosvzla, su tienda de regalos en línea.
Ofrecía por Instagram regalos personalizados como bombones con peluches, whisky con flores, arreglos en general, para fechas especiales.
“Al principio de un emprendimiento no es fácil porque el cliente no confía en ti, en depositar un dinero y no saber si realmente va a llegar o no va a llegar”.
Entonces comenzó a “estudiar el mercado” y “cómo vender a través de las redes sociales”.
“Vi muchísimas conferencias digitales”, explica esta mujer que se dedicó a crear una marca personal, generar confianza entre sus clientes para luego vender.
En su Instagram tiene ya más de 12 mil seguidores: “Mis likes y mis seguidores han ido aumentando, mis interacciones, y eso ha llevado a que, por supuesto, mis ventas incrementan, en diciembre de este año fue fabuloso”, dice con seguridad.
Con las ganancias de los últimos meses no solo pudo comprar otro auto, “sino que pude adquirir un pequeño espacio, una tienda física”, dice con orgullo.
“Pude lograrlo producto de un sacrificio que dejé atrás y que dije ‘bueno, voy a hacerlo, lo voy a lograr’ y lo logré”.
El estudio GEM Venezuela 2022 se basó en una encuesta nacional a 2.300 adultos y un sondeo a 36 expertos económicos.
Voz de América