El personal a cargo de un centro de detención donde murieron 39 migrantes durante un incendio en Ciudad Juárez no hizo nada para evacuarlos, aseguró la Fiscalía General de México, que investiga a ocho personas por presunto homicidio.
El incendio en la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) se desató la noche del lunes luego de que un grupo de migrantes prendió fuego a colchones en protesta por su posible deportación, según las autoridades.
Varios de ellos habían sido detenidos en las calles de Ciudad Juárez (fronteriza con Estados Unidos), donde pedían dinero, vendían chucherías o limpiaban vidrios de vehículos a cambio de monedas.
«Ninguno de los servidores públicos ni de los policías de seguridad privada realizaron alguna acción para abrirles la puerta a los migrantes que se encontraban adentro ya con el fuego», dijo en rueda de prensa Sara Irene Herrerías, titular de la Fiscalía Especializada en materia de Derechos Humanos.
Ocho personas han sido identificadas como presuntas responsables de esa omisión, señaló en la misma conferencia la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez. Se trata de dos agentes federales y un agente estatal del INM, así como de cinco miembros de una empresa de seguridad privada.
La fiscal dijo que este miércoles se pedirá a los jueces cuatro órdenes de captura e indicó que se investiga el hecho como «homicidio».
Los sospechosos «ya están rindiendo sus declaraciones» ante la Fiscalía, agregó.
La secretaria de Seguridad ajustó de 38 a 39 el número de fallecidos. También reportó 27 lesionados, de los cuales seis están «sumamente graves», diez en estado «grave» y nueve «delicados».
Pero por segundo día consecutivo, las autoridades seguían sin detallar las nacionalidades de las víctimas, avivando la angustia de familiares y amigos en Ciudad Juárez.
Solo han informado que en la estación se hallaban ciudadanos de Guatemala, Venezuela, El Salvador, Honduras, Ecuador y Colombia, aunque el gobierno ecuatoriano aclaró que no había nacionales suyos en el lugar.
AFP.